Una vez desmontados los stands de la Feria Alternativa de Valencia, que os comenté en el anterior post, y que se celebró el pasado fin de semana en el Tramo 9 de los Jardines del Turia, he pensado que sería buen idea dar una vuelta por el resto de ese tramo para conocerlo un poco mejor.
El sábado accedí por las escaleras que bajan desde el Puente de Calatrava. Iba con ganas de disfrutrar esa mañana. Y cuando uno hace las cosas con ilusión, con optimismo, parece que todo se presenta algo mejor. De hecho, nada más llegar, al querer fotografíar a la gente que paseaba en bicicleta y los jóvenes que hacían skate en la explanada que hay bajo el puente, casi sin darme cuenta, se ‘plantó’ delante de mi cara la preciosa flor de esta Acacia de Constantinopla (árbol de la seda). Me llenó de alegría comenzar así de bien, de modo que dije, prepara la cámara que la vas a quemar a disparos.
La siguiente toma fue en uno de los caminos que abrían la feria. Fascinada por las jacarandas, iba disparando los distintos puestos, y foto a foto, fui dándome cuenta de que todos estaban rodeados de vegetación y pensé: quién te a visto y quién te ve, Tramo IX de Los Jardines del Turia. Y es que no podía ni sospechar que acabaría hablando en un blog de este tramo, precisamente de éste que ha sido, desde el punto de vista paisajístico, el ‘patito feo’ de todo el recorrido del antiguo cauce de río. A pesar de encontrarse entre dos puentes con gran repercusión cultural, social y mediática.
Son el Puente de ‘La Peineta’ (Calatrava) y el Puente de Las Flores, siempre cubierto de plantas de temporada, que se renuevan tres veces al año. Ahora con pelargonium peltatum, también conocido como murciana o gitanilla y, posteriormente se sutituirá por cyclamen y poinsetia .
Todo el tramo está dividido en tres áreas, una explanada destinada a los castillos de fuegos artificiales , la otra -con un kiosko en la parte central- para exposiciones, ferias y otros eventos y una tercera reservada para actividades infantiles.
Hasta hace poco más de un año, resultaba algo desolador contemplar su esterilidad con respecto al resto de tramos. Alguien, incluso, ha llegado a denominarlo el ‘agujero negro’ del antiguo cauce del Turia, solo salvado por la vegetación del paseo de la Alameda que bordea uno de sus laterales.
Sin embargo, el otro día vi la feria arropada por vegetación y comprobé lo que un amigo ha comentado en twitter: los arboles y arbustos plantados, han ido creciendo año tras año. Ahora van llenando de vida este tramo de Los Jardines del Turia que, sin llegar a ser el más vistoso de todos, va teniendo algo más de calidez paisajística.
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Podemos contemplar cómo el arbolado de flor y sombra -tipuanas, jacarandas, grevilleas, ficus macrophilya, etc.- van cubriendo ese espacio, junto con arbustos, que aportan aroma y colorido. De todos ellos, mis favoritos son, sin duda, el bellísimo Árbol de la seda –Acacia de Constantinopla– que os comentaba al principio y la lochroma cyaneum, un arbusto cuya flor en forma de trompeta es polinizada por colibríes y que, casi como si se ofreciera para cerrar este relato, encontré cuando abandonaba la feria para dirigirme al Puente de las Flores, donde hice las últimas fotografías.
En fin, o yo me sentía especialmente feliz y positiva ese día, o creo que este tramo se está recuperando y tendremos que darle la oportunidad que se merece de brillar con el resto del recorrido del antiguo cauce del Turia. No en vano, tiene el privilegio de ser la sede de los castillos de la Nit del Foc y eso sí que tiene luz propia.
Os dejo una galería de imágenes del castillo que se disparó durante la celebración del las Fallas 2012. Miradlas bien, no son flores, claro, pero lo que dibujan en el cielo son lo más parecido a ellas:
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