De un tirón y de una en una. Están desarrollándose y hay que ayudarlas, para que crezcan compactas en la maceta. Y entre tirón y tirón, los jarrones se llenan de flores, de color y de luz.
No es capricho, es trabajo, pero como dice el refrán “lo cortés no quita lo valiente” o lo que es lo mismo, estas flores de Alstroemeria me las quedo, que el tirón se lo he dado yo, digo.