Un paseo relámpago por el Jardín Botánico de Valencia se saborea más, porque sabes que tienes el tiempo contado y debes estar alerta para rentabilizarlo al máximo, lo que le da cierta emoción.
Entonces parece que todo resulta novedoso y despierta inquietud, hasta que te detienes y piensas… creo que a esta planta ya le hice mil fotos. Pero ayer puse el radar en marcha en busca de un poco de alegría y encontré cosa bonitas, ya lo creo; y una exposición en el Umbráculo –La bonne/mauvaise graine? (Buena semilla, mala semilla), un proyecto fotográfico del artista francés Thierry Ardouin, con el apoyo del Instituto francés de Valencia, que llenará de semillas el Umbráculo del Botánico hasta el próximo mes de octubre- y el cartel avisando que ya están en marcha las noches de Jazz en el Botánico, un plan más que aconsejable. Y, planta arriba y planta abajo, esto fue lo que encontré en el paseo.