Echamos de menos gorriones o golondrinas. Vemos con menos frecuencia las maravillosas mariposas macaón y suma y sigue. La lista cada vez más larga. Muchas ausencias. Sabemos que nada es fruto de la casualidad y no dejan de difundirse algunas de las medidas a favor de la biodiversidad en los jardines que pueden contribuir a evitarlo, pero nunca está de más repasar pautas básicas.
Con ese objetivo, a continuación comparto las 10 medidas que recomiendan desde la Sociedad Española de Ornitología (SEO / BirdLife) para contribuir a que la vida silvestre en los jardines no se vea alterada.
10 Medidas a favor de la biodiversidad en los jardines
La aplicación de algunas sencillas medidas en el diseño y mantenimiento de tu jardín te permitirán disfrutar de la naturaleza silvestre desde la ventana, al tiempo que realizas una pequeña, pero importante, contribución a la conservación de la biodiversidad.
En realidad puedes plantear tantas medidas en beneficio de la biodiversidad como especies potencialmente presentes en tu jardín, a continuación te planteamos una lista de 10 para empezar.
1. Limitar pavimentos artificiales
La proporción de suelo permeable en el jardín es un buen indicador de su valor para la biodiversidad, es importante dimensionar la superficie de pavimentos artificiales a las necesidades reales.
2. Utilizar plantas autóctonas
Las especies autóctonas son aquellas propias del ecosistema o área geográfica en el que nos encontramos. La utilización de plantas herbáceas, árboles y arbustos autóctonos en tu jardín tendrá múltiples efectos positivos: Facilita la integración paisajística de tu jardín. Reduce las necesidades de mantenimiento (agua, abonos, plaguicidas) y además tienen una amplia red de interacciones con la fauna local (mariposas que se alimentarán y polinizarán sus flores, aves que consumirán sus frutos y dispersarán sus semillas…).
3. Evitar plantas exóticas invasoras
Es importante evitar aquellas especies que están generando problemas ambientales o que potencialmente puedan provocarlos más allá del jardín, como listado de especies a evitar estaría el “Atlas de las Plantas Alóctonas Invasoras de España” y los correspondientes listados regionales.
4. Plantar un seto
Un seto vivo no es más que una alineación de árboles y/o arbustos establecidos y mantenidos para formar el cierre exterior de una finca. Sin duda es la mejor opción para tu jardín, y si tienes en cuenta algunas recomendaciones esta barrera vegetal se convertirá en un pequeño paraíso para la fauna.
Los setos aportan alimento, refugio y zonas de reproducción para la fauna. Es conveniente generar una estructura compleja, con elementos de diferentes edades y portes, combinar diversas especies de árboles y arbustos, utilizar especies caducifolias y perennifolias e introducir especies productoras de frutos.
Beneficios para ti:
Protege tu jardín de los vientos dominantes y los temporales. Amortigua el frío en invierno y el calor en verano. Facilita la integración paisajística de la propiedad y te aportará algunos recursos interesantes como frutos, condimentos (como las hojas de laurel) y otros elementos útiles (como estacas, varas o combustible para la chimenea).
Beneficios para la fauna:
Un seto aporta alimento, refugio y zonas de reproducción a una gran variedad de organismos. Además facilita los movimientos de la fauna en paisajes urbanos y periurbanos, actuando como corredor ecológico.
5. Combinar flores ornamentales y silvestres
Un parterre florido con una combinación de diferentes plantas ricas en néctar y plantas aromáticas atraerá a una gran diversidad de abejas, mariposas y otros insectos. Si además dejamos algunas zonas del jardín sin segar tendrán también disponibles flores silvestres y algunas plantas nutricias.
Procura utilizar una amplia gama de plantas (mínimo 15-20 especies), normalmente cada especie florece en una época y los insectos tendrán néctar disponible a lo largo del año. Puedes utilizar tanto exóticas como autóctonas.
Selecciona algunas plantas aromáticas como el tomillo, el romero, el espliego, la albahaca, la menta…, serán útiles en la cocina como condimento y a la vez reclamo para muchos invertebrados.
Elige una zona soleada de tu jardín y que esté protegida del viento, de esta manera será mayor el número de insectos polinizadores que visitarán las flores.
En primavera los prados y las cunetas aparecen tapizados por una gran variedad de flores silvestres. Si dejas un rincón sin segar muchas de estas especies también pueden llegar a tu jardín. Además son muy atractivas para las mariposas y otros insectos polinizadores.
En ocasiones la colonización de tu jardín por flores silvestres se ve limitada por la competencia del césped, en estos casos si no aparecen de forma espontánea puedes facilitar el proceso arando una zona y sembrándola con una mezcla de semillas recogidas en prados y cunetas cercanos.
6. Aplicar una jardinería ecológica
Se desaconseja el uso de plaguicidas en general (herbicidas, fungicidas o insecticidas), ya que se trata de productos bioacumulables de elevada toxicidad que reducirán la biodiversidad del jardín, es recomendable buscar alternativas ecológicas. Instalar una compostera es una magnífica alternativa al uso de abonos químicos.
Utiliza especies autóctonas, están más adaptadas a las condiciones locales y son más resistentes a las plagas.
En el caso de las plantas exóticas selecciona aquellas mejor adaptadas a las condiciones de tu jardín (temperatura, humedad, exposición, características del suelo…).
Compra las plantas en viveros locales que aseguren la calidad de la planta y que se hayan desarrollado en unas condiciones similares a las de tu jardín, de esta manera estarán bien aclimatadas desde el principio. Evita las especies o variedades modificadas genéticamente.
Planta una gran variedad de especies, de esta manera reducirás el riesgo de plagas. Para una plaga es más difícil conquistar un jardín con mucha diversidad de especies que un jardín con muchos ejemplares de la misma especie.
Utiliza planta pequeña, si crecen en tu jardín se adaptarán mejor y tendrás un mayor porcentaje de éxito. Reduce la extensión de césped de tu jardín. El césped es un gran consumidor de agua y requiere mucho mantenimiento, una alternativa es utilizar una mezcla de herbáceas propia de los prados de siega del entorno.
7. Crear una charca
Si el tamaño del jardín lo permite una pequeña charca se convertirá en un pequeño paraíso para la flora y fauna acuática. Algunos criterios a tener en cuenta en el diseño son el contorno irregular (con entrantes, penínsulas e islas), orillas de pendientes suaves, combinación de sectores de diferentes profundidades (desde los 10 a los 60 cm), instalación de refugios en la charca y su entorno en forma de piedras, tejas, troncos o plantas acuáticas.
8. Apilar troncos
Un montón con restos de las podas en una esquina del jardín puede ser un refugio para los anfibios o pequeños mamíferos, como el erizo, además muchos organismos dependen de la madera muerta como hongos o muchos insectos, algunos tan impresionantes como el ciervo volante.
9. Aportar alimento y refugio
En invierno, cuando el alimento escasea, las aves agradecerán un aporte adicional de comida. Hay muchos tipos de comederos en los que se pueden aportar semillas, frutos secos, fruta dulce, pasteles de sebo, gusano vivo. Las cajas nido facilitarán que aves, murciélagos e incluso insectos críen en el jardín. Ver: Accesorios para favorecer la vida silvestre en el jardín.
10. Reducir riesgos para la fauna
El jardín puede esconder algunos peligros para la fauna sobre los que es importante actuar: los grandes ventanales y cristaleras suponen un riesgo para las aves, colocando pegatinas de siluetas de rapaces se evitan colisiones; los gatos domésticos capturan muchas aves silvestres, con un cascabel se reduce el éxito de sus cacerías; la piscina puede ser una trampa mortal, colocando un tablón a modo de rampa se facilita la salida de los animales; las podas de setos y arbustos pueden provocar el fracaso reproductor de algunas aves, se deben evitar estas tareas entre mayo y agosto.
Fuente | SEO / BirdLife
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