Al mirar las imágenes que publiqué hace años sobre este jardín, a más de uno le resultarán deliciosamente refrescantes. Pero todavía estamos en verano y los jardines continúan vestidos de esa estación.
RHS Garden Harlow Carr y los colores del verano
Es uno de los cinco jardines botánicos administrados por la Royal Horticultural Society (RHS). Harlow Carrse encuentra situado en un valle a 3 km de la ciudad de Harrogate en North Yorkshire, Reino Unido, y ocupa una superficie de 58 hectáreas.
En su día mostré imágenes de este jardín en invierno y la planta del mes en aquel momento: Invierno en RHS Garden Harlow Carr: Sarcococca hookeriana. Si echáis un vistazo rápido a esa entrada podéis coger algo de aliento para meternos de lleno, de nuevo, en el verano.
Sentarse o pasear por el jardín, esa es la cuestión
Es el jardín cultivado junto al arroyo más largo del país y en él se puede disfrutar de bosque y pradera de silvestres, así como extraordinarias borduras de vivaces y borduras mixtas, además del huerto y un jardín perfumado, donde las rosas son las protagonistas.
Mientras paseas por los diferentes espacios, comentan, puede surgir un gran dilema: pasear por el jardín o sentarse. Claro que, pensándolo bien, ambas decisiones son igualmente válidas, porque, a juzgar por las imágenes, los asientos nos permitirán seguir disfrutando cómodamente de las vistas, inspirarnos, capturar ideas y, por supuesto, descansar, faltaría más.
Hostas, helechos, junto a colores vivos de prímulas se refugian bajo los árboles. Es la zona dedicada a las plantas de sombra.
En el jardín perfumadopodremos sentarnos en un banco hecho con el tronco de un sauce, donde plantas como Agastache ‘Liquorice Blue’, Lavandula angustifolia ‘Hidcote’ y Lilium martagon pueden envolvernos con su fragancia, como la harán también las rosas en ese jardín.
Al pasear bordeando las fronteras encontraremos variedades de plantas de diferentes especies, tales como Rudbekia, Helenium, Echinacea, Achillea, Echinops, Leucanthemum o Salvia, cuyas inflorescencias de vivos colores ofrecerán un bellísimo contraste con la altura de las exuberantes gramíneas ornamentales.
Es otro ejemplo que nos permiten comprobar que la primavera no es la única estación que brilla en el jardín. Los jardines también son para el verano.