No podía quedarme indiferente. Tenía que haber un post en este blog que reflejara la fascinación que me produjo ver los 204 ‘pétalos’ que representaban a los países participantes en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Maravilloso ver los ‘pétalos‘ de cobre contagiándose del fuego de los siete primeros -encendidos por jóvenes atletas- y recogiéndose, para convertirse en la llama olímpica. Sencillamente, un fabuloso pebetero, el florido Olympic cauldron en London 2012. Confieso que el acto inaugural en su conjunto no me conmovió demasiado, pero ese espectacular encendido me dejo casi muda.
Solo puedo manifestar desde aquí mi admiración por el trabajo de su creador, el diseñador y arquitecto inglés Thomas Heatherwick , fundador de Heatherwick Studio y conferencista del 13 Congreso Arquine.
Flores olímpicas dentro de fabulosos paisajes ¿qué más puedo pedir?. Entiéndase esto último, como la frase retórica que es.
