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12 plantas con flores en invierno que son atractivas para las abejas

Helleborus x hybridus ‘Anna’s Red’ RHS | Foto © RHS/TimSandall  Anna’s Red

La vida en el jardín continúa en el invierno, algo de lo que da buena prueba la presencia de algunas abejas que se posan en las flores recién abiertas de algunas plantas. Lo cierto es que no son pocas las especies que florecen en invierno y cuyas flores, además, son ricas en néctar y polen. Esa cualidad las convierte en un tesoro para algunos insectos polinizadores, entre ellos, las abejas, grandes aliadas de la jardinería, porque contribuyen a la polinización.

Siempre es importante recordar que el papel de las abejas en la polinización, es decir, el desplazamiento del polen desde una flor que lo produce, a otra de su misma especie que lo recibe. Un fenómeno que contribuye a la formación del fruto, de vital importancia en la agricultura, y a la formación de la semilla, que le servirá a la planta para perpetuar su especie y multiplicarse.

Crocus, acónitos de invierno y campanillas de invierno | Foto © RHS

Parece que asociamos la visita de las abejas a las flores que se abren en los días más cálidos, pero, lo cierto es que cualquier especie que nos animemos a plantar que florezca entre los meses de septiembre y marzo puede atraerlas. Entre las especies de floración invernal, hay algunas plantas que son especialmente valiosas para las abejas en esos días en los que las flores suelen escasear en el jardín. Desde plantas bulbosas que apenas levantan un palmo del suelo, como los acónitos de invierno, hasta árboles frutales que en enero nos regalan aires de primavera, como el almendro. En algunos casos, también podemos encontrar plantas que florecen a finales del invierno, como si quisieran anunciarnos que los días más cálidos están a la vuelta de la esquina. Sea como sea, se trata de plantas que, en los días más fríos, iluminan el jardín con esas flores hiemales que tanto aprecian los polinizadores. Estos son solo algunos ejemplos:

❶ Acónito de invierno

Acónitos de invierno (Heranthis hyemalis) | Foto © RHS

Para quienes están anhelando el despertar de la primavera, el acónito de invierno (Eranthis hyemalis) es uno de los primeros bulbos en florecer a principios del año y, por lo tanto, sus alfombras de pequeñas flores amarillas se convierten en verdaderos heraldos de esa estación. Estas plantas bulbosas son ideales para naturalizar bajo árboles y arbustos de hoja caduca. Las flores son sensibles al calor, lo que significa que se abren cuando la temperatura alcanza aproximadamente los 10ºC. Cuando se da esta circunstancia y las flores abren, las abejas y los polinizadores tempranos son visitantes asiduos, permitiendo que estas plantas se propaguen por semillas al ser polinizadas. Más información sobre los acónitos de invierno.

❷ Campanillas de invierno

Campanillas de invierno (Galanthus sp.) | Foto © Clive Nichols

Al igual que sucede con los acónitos de invierno, la exhibición en jardines arbolados de las campanillas de invierno (Galanthus spp.) durante los días más fríos son difíciles de superar. Estas pequeñas plantas bulbosas que se esparcen por áreas sombreadas forman grupos de flores blancas, que son tan queridas por las personas como por los insectos polinizadores, ya que ofrecen una fuente fresca de néctar y polen al final del invierno, cuando todavía no hay muchas flores disponibles. Ver: Galanthus y la fiebre de las campanillas al final del invierno (snowdrops)

❸ Clemátides de floración invernal

Clematis cirrhosa | Foto: Crocus

Las clemátides que florecen en otoño e invierno son útiles trepadoras de hoja perenne, perfectas para hacer crecer cercas, pérgolas u obeliscos. Entre ellas, Clematis cirrhosa, la primera clemátide del año en florecer, y sus cultivares proporcionan flores perfumadas que se convierten en la fuente perfecta de alimento para las abejas invernales. Ver: algunas variedades de Clematis cirrhosa
❹ Eléboros

Flor de eléboro. Helleborus ‘Apricot Blush’ | Foto © Clive Nichols

El mayor atractivo lo constituye la belleza de sus flores, por supuesto, pero su encanto aumenta al saber que comienza a florecer a finales de enero. Decir eléboro (Helleborus spp.) es hablar de tímidas plantas que cautivan porque anuncian en voz baja que hace frío, pero que la primavera no tardará en llegar. Cada vez son más los híbridos disponibles para el jardín, regalando una paleta de colores que parece no tener fin. Entre ellos, los de flores individuales y abiertas brindan fácil acceso al néctar y al polen, mientras que los eléboros de doble flor proporcionan menos alimento para los insectos polinizadores. Ver: Eléboros (Helleborus): algunas especies, híbridos y variedades que colorean el invierno 
❺ Sauce

Amentos de sauce (Salix caprea)

Hay numerosas variedades de sauce, muchas de ellas se cultivan por su espectacular color de tallo en invierno, pero posiblemente puede sorprender que se hable de los sauces (Salix spp.) como una planta que florece en invierno. Claro que, quien dice flores, dice amentos, esas flores sin pétalos que, en este caso producen mucho polen a principios del año, como Salix atrocinerea, cuya floración precoz, en pleno invierno, la convierte en una importante planta melífera que es muy visitada por abejas en busca de polen o néctar; o Salix caprea, con coloridos amentos a finales del invierno y principios de la primavera. Ver: Amentos: las atractivas flores sin pétalos de algunos árboles
❻ Brezos de floración de invierno

Brezo de floración invernal (Erica carnea ‘Vivellii’) | Foto © RHS

Tolerantes a la sequía y de bajo mantenimiento, su única exigencia es que a la mayoría de las especies no les gustan las sombras profundas y las condiciones húmedas. Los brezos (Erica spp.) producen una profusión de diminutas flores a lo largo de varias estaciones, que son una valiosa fuente de néctar para las abejas, especialmente en los meses de invierno. Erica carneaErica darleyensisE. erigena y E. multiflora son algunos ejemplos.

❼ Almendro

Flores de almendro (Prunus dulcis)

Los almendros (Prunus dulcis) son una de las primeras plantas que florecen aún bajo el frío del invierno y, sin duda, representan el despertar de la vida después del letargo invernal. Pero también las abejas y abejorros acuden al estimulo del dulce aroma de sus flores, al fin y al cabo, no hay que olvidar que los almendros dependen totalmente de la polinización por insectos, algo indispensable para que fructifique y podamos obtener esas apreciables almendras. Ver: Fiesta en invierno: la floración del almendro, especie introducida muy nuestra

❽ Crocos

Crocus | Foto © Clive Nichols

Muy pocas plantas bulbosas, tuberosas o de cormos se plantan tan masivamente como los crocos (Crocus). Junto con tulipanes, jacintos y narcisos, es la planta bulbosa más común que encontramos en parques y jardines. La mayoría de las especies y cultivares que se cultivan como ornamentales florecen a finales del invierno y principios de la primavera, regalando néctar y polen a las abejas en una época en que escasean las flores. El género Crocus, algunas especies y cultivares más allá del azafrán.

❾ Lavandas de floración invernal

Flores de alhucemilla (Lavandula multifida)

¿Tienes lavandas que florecen en invierno en el jardín? Si es así, entonces ya sabes que con sus flores la visita de las abejas está garantizada. Que las abejas adoran las flores de lavanda no es una novedad, pero no hay que olvidar que no todas las lavandas (Lavandula spp.) florecen al mismo tiempo. Aunque la mayoría producen flores en primavera o en verano, en la región mediterránea también existen especies que lo hacen en los meses más fríos, como es el caso de la alhucema rizada (Lavandula dentata), que florece de enero a mayo; o la alhucemilla (L. multifida), especie con una floración prolongada que se inicia en septiembre-octubre (con las primeras lluvias) hasta bien entrado el verano, siendo especialmente abundante la floración en los meses de diciembre y enero. Ver: Plantas mediterráneas que florecen en invierno: Alhucema rizada (Lavandula dentata)

❿ Jazmín de invierno

Jazmín de invierno (Jasminum nudiflorum) | Foto © G. World

El jazmín de invierno (Jasminum nudiflorum), una enredadera trepadora que caldea los meses más fríos con sus flores amarillas de cuatro pétalos en forma de trompeta. Sus flores no son perfumadas, de acuerdo, pero eso no impide que las abejas las visiten y en sus viajes recojan el polen, porque el néctar está menos accesible.

⓫ Aeonium 

Inflorescencia de Aeonium arboreum ‘Atropurpureum’

El follaje de las plantas suculentas es su mejor reclamo durante todo el año, pero no hay que olvidar que hay especies que también nos regalan espectaculares inflorescencias en los meses de invierno, como es el caso de los aeoniums (Aeonium spp.), con abundantes pequeñas flores amarillas que ofrecen un interesante contraste con el follaje, especialmente si se trata de Aeonium arboreum ‘Atropurpureum’, y son un festín para las abejas, mariposas y otros polinizadores durante los meses más fríos del año. 

⓬ Mahonia

Flores de Mahonia aquifolium | Foto © RHS

Las mahonias (Mahonia spp.) son grandes plantas para la abejas. Florecen durante semanas y, dependiendo de las especies y cultivares, lo hacen desde noviembre hasta marzo. Sus racimos de flores de invierno, a menudo perfumadas, son un imán para las abejas, que adoran su abundante néctar. Ver: Mahonia, esplendor en el jardín de invierno

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