El 27 de febrero se cumple el 150 aniversario del nacimiento de Joaquín Sorolla el pintor de la luz y el color blanco como eje principal de su obra.
Cosiendo la vela 1896 |
Si bien es cierto que he publicado dos entradas que hablaban de la luz de Sorolla y su inspiración en los jardines andaluces; de las exposiciones itinerantes que se han celebrado en Italia, en el Museo Palazzo dei Diamanti de Ferrara y en España, en la Alhambra de Granada y, en la actualidad, en el Museo Sorolla de Madrid. Repito, aunque insista tanto en ese concepto y os haya hablado con gran entusiasmo del jardín de su casa de Madrid, no significa que considere que la obra de Sorolla se refiera únicamente a la luz en los jardines, del mismo modo que no quiero dar a entender que los jardines Andaluces y su propio Jardín de Madrid hayan sido sus únicos modelos de jardines. En realidad, sólo han sido los últimos.
Esa parte de su obra es, quizás, la que ha inspirado esa maravillosa exposición itinerante ‘Jardines de Luz’ pero la luz de Sorolla está en muchos más lugares y queda brillantemente reflejada donde él la descubrió, en el Mediterráneo , concretamente en Valencia.
Comienza en las inmediaciones de la Lonja de la Seda, el barrio donde nació, y termina en la playa de la Malvarrosa, lugar muy frecuentado por el pintor y que inspiraron algunas de sus obras más representativas.
En mi lista de propósitos de este año está hacer ese recorrido despacio, para poder compartir con vosotros la caminata nostálgica de Sorolla en Valencia, adivinar su luz, sus recuerdos y sus vivencias. Es el 150 aniversario de su nacimiento y bien se merece un buen homenaje.