Cualquier persona que haya tenido la oportunidad de visitar o ver imágenes de Wave Hill, el jardín público situado en el Bronx, sabe que es imposible que pasen desapercibidas las sillas de jardín (The Wave Hill Chair) que adornan los terrenos, y que se han convertido en uno de los sellos distintivos de ese hermoso e histórico jardín con vistas al río Hudson.
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Conocida como The Wave Hill Chair, en realidad se trata de una adaptación para su uso en exteriores de la «Silla Roja y Azul« (Red Blue Chair en inglés) que diseñó el arquitecto holandés Gerrit Rietveld (Utrecht, 1888-1964), una silla que afectó no solo el diseño de muebles, sino también la historia de la arquitectura.
La Silla Roja y Azul de Rietveld
En 1911, Rietveld había puesto en marcha su propia fábrica de muebles, mientras estudiaba arquitectura. Entre 1917 y 1918 diseñó la Silla Roja y Azul, influenciado por el movimiento De Stijl, al que entró a formar parte en 1919, el mismo año en que se graduó. La pieza original se construyó en madera de haya sin teñir.
Rietveld (centro) y el personal frente a su taller, 1919
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En 1923, Rietveld aplicó al diseño del prototipo inicial los colores primarios (rojo, amarillo, azul) además del negro, un esquema de color estrechamente asociado con el grupo de Stijl y su famoso teórico y practicante Piet Mondrian.
Silla Roja y Azul • Gerrit Rietveld ‘Red Blue Chair’ 1918–1923 • MoMA
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Concebida para producir en serie (aunque nunca se llegó a fabricar industrialmente), para su construcción Rietveld utilizó listones y tablas de madera unidas de la manera más sencilla; es decir, únicamente con junturas y encajes. Salvo en los dos planos del asiento y del respaldo, que deben adaptarse a las curvas del cuerpo, toda la estructura es un sistema de ángulos rectos. Los elementos plásticos son también elementos de color: el respaldo es rojo, el asiento es azul, los montantes y los travesaños son negros con los extremos amarillo-dorados. Esta creación de Rietveld es fundamental para la posterior tipología del mueble: ya no es una pequeña arquitectura, sino una estructura portante que desarrolla fuerzas de empuje adecuadas al peso (El Arte Moderno, Giulo Carlo Argan).
The Wave Hill Chair
El diseño elegante de la silla de Rietveld se adaptó ligeramente para su uso en el jardín público de Innisfree, en Millbrook, Nueva York, en la década de 1960. El testigo de ese diseño lo recogió, hace unos treinta años, Wave Hill. Las sillas se convirtieron rápidamente en uno de sus sellos distintivos y hoy en día se pueden ver por docenas alrededor del jardín.
Sillas de jardín en Wave Hill (The Wave Hill Chair)
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Sillas de jardín en Wave Hill (The Wave Hill Chair)
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Sillas de jardín en Wave Hill (The Wave Hill Chair)
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En la actualidad, esa silla no solo se encuentra en los jardines de Wave Hill, sino también en otros muchos jardines públicos y privados de los Estados Unidos. Está construida en madera 100% de cedro rojo, con herrajes y adhesivos resistentes a la intemperie.
Buena parte de su popularidad se debe a Dan Benarcik, horticultor en Chanticleer Garden, otro gran jardín de los Estados Unidos, quien se enamoró de esa silla cuando la vio en su primera visita a Wave Hill. Le atrajeron sus líneas austeras, así como la simplicidad y elegancia de su construcción, además de quedar gratamente sorprendido por su comodidad. En ese mismo momento decidió que tenía que construirla. Y así fue. De hecho, lleva más de veinte años fabricando a mano, refinando y disfrutando la que ya es conocida como The Wave Hill Chair.
Sillas de jardín en Wave Hill (The Wave Hill Chair)
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Sillas de jardín en Wave Hill (The Wave Hill Chair)
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Además de fabricar a mano esas sillas, Dan Benarcik organiza talleres donde se enseña la forma de construirlas. Incluso tiene a la venta las piezas y los planos de montaje.
No obstante, en la propia tienda de los jardines de Wave Hill (Wave Hill Shop) se puede adquirir su inconfundible silla.
No obstante, en la propia tienda de los jardines de Wave Hill (Wave Hill Shop) se puede adquirir su inconfundible silla.
Una buena alternativa a las famosas sillas Adirondack de las que hablé anteriormente y una forma de llamar la atención sobre la conveniencia de introducir en los jardines elementos que los embellezcan y que, además, nos permitan disfrutar de todo lo que tienen que ofrecernos, incluido en el entorno, que en el caso de Wave Will pueden ser los espectaculares acantilados del río Hudson, conocidos como Las Palisades.
Sillas de jardín en Wave Hill (The Wave Hill Chair) y vistas a los acantilados del río Hudson (Las Palisades)
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