Cyclamen coum y Galanthus | Foto © Kew Gardens |
Alfombran el suelo en bosques y praderas, pero también en algunos jardines boscosos, donde sus flores blancas, rosas, amarillas o azules aparecen a mediados o finales del invierno, con la clara intención de anunciarnos que la primavera está cada vez más cerca.
Bulbos, rizomas o tubérculos de los que brotan plantas que adoran el frío y, en ocasiones, lo hacen a través de la nieve. Solas, o en compañía, a campo abierto o bajo los árboles, cuando florecen en masa el espectáculo está garantizado, alegrando esos días grises que a veces trae el invierno. Estas son algunas de esas plantas que disfrutan del frío y no escatiman en flores, aunque sea en invierno
► Galanthus
Las diferentes variedades, híbridos y cultivares del género Galanthus se han convertido en una de las plantas bulbosas cultivadas más populares, despertando una auténtica pasión entre jardineros aficionados y profesionales de todo el mundo, muy especialmente en el Reino Unido, donde muchos jardines abren al público para que los visitantes puedan admirar las alfombras blancas que ofrecen sus campanillas de invierno (Snowdrops).
Foto © National Trust |
El nombre del género Galanthus responde al color blanco como la nieve de las flores; se traduce del griego y significa “flor de la leche”. Uno de los nombres comunes en español para las especies de este género es campanillas de invierno, en inglés snowdrops (gotas de nieve).
En estado silvestre, el género se limita a Europa, Asia Menor y el Cáucaso. Galanthus nivalis (la especie tipo) tiene la más amplia distribución y se encuentra en toda Europa, desde España en el oeste hasta el río Don en Rusia en el este y hacia el norte hasta Escandinavia. Se encuentra a 100-1.400 metros sobre el nivel del mar, aunque es más frecuente entre 300-600 m.
► Crocus
Solemos hablar de azafrán para referimos a Crocus, pero hay que tener en cuenta que el azafrán se obtiene de la especie Crocus sativus, que florece a mediados-finales de otoño. Sin embargo, en el jardín vamos a disfrutar de otras especies y cultivares de Crocus que comienzan a florecer a mediados y finales del invierno, convirtiéndose en buenos heraldos de la primavera. Las especies de color amarillo brillante aportan el primer toque primaveral al jardín, cuando el año todavía está recién comenzado. Después vendrán colores azules, blancos, violeta…
Foto © Kew Gardens |
Muy pocas plantas bulbosas, tuberosas o de cormos se plantan tan masivamente como los crocos. Junto con tulipanes, jacintos y narcisos, es la planta bulbosa más común que encontramos en parques y jardines. Se conocen más de 100 especies del género Crocus, pero solo una treintena se llega a cultivar.
► Eranthis hyemalis
Para quienes están anhelando el despertar de la primavera, el acónito de invierno (Eranthis hyemalis) es uno de los primeros bulbos en florecer. Sus alfombras de pequeñas flores amarillas que suelen aparecer en los últimos días del invierno, justo antes de las campanillas de invierno (Galanthus spp), convirtiéndose en el heraldos de la próxima estación. El tiempo real puede variar, dependiendo de cómo se presente la primavera, pero puede florecer desde febrero hasta principios de abril, incluso, en muchos casos, sus flores surgirán a través de la nieve.
Foto © Brigitte Watz |
► Cyclamen coum
Las especies de Cyclamen son nativas principalmente de la región mediterránea: Grecia, Italia, Chipre, Creta, Turquía, Líbano e Israel (donde son la flor nacional). En la naturaleza, el ciclamen crece en terrenos rocosos o en la hojarasca debajo de los árboles.
En general, las especies botánicas tienen una bella floración en un periodo bastante corto –entre 3 y 4 semanas como promedio– que, dependiendo de la especie, se da en primavera u otoño e invierno. Las flores son de pequeño tamaño.
Foto Kew Gardens |
Crece en áreas de veranos más fríos y húmedos que en el Mediterráneo típico, con abundantes precipitaciones de invierno, desde el nivel del mar hasta los 2.150 m.
► Iris reticulata
Iris reticulata se encuentra entre las especies de iris enanos de floración invernal más utilizadas, y de las que han salido los cultivares más populares en jardinería.
Los llamados iris enanos (dwarf iris) de floración invernal son plantas bulbosas de poca altura (suelen medir de 10 a 15 cm), pero que alegran con sus flores cualquier jardín, patio o terraza, dando la bienvenida a la primavera en invierno, una estación en la que no abundan las flores.
Foto © RHS Wisley |
Es una especie nativa de Turquía y las montañas del Cáucaso. Suele medir unos 10 cm y sus flores son violeta-azulado con marcas amarillas. Florecen a finales del invierno o principios de la primavera. Tiene formas cultivadas muy conocidas, como ‘JS Dijt’ ‘Cantab’ ‘Alba’ ‘Sea Breeze’, ‘Clairette’ y ’Alida’.
Aunque la gran mayoría de los eléboros híbridos de jardín surgen de Helleborus orientalis, en la actualidad hay tal cantidad de variedades híbridas que resulta una tarea complicada reconocer si se tratan de híbrido entre H. orientalis y sus subespecies, o de H. orientalis y otras especies de Helleborus. También se han obtenido varios híbridos a través de cruces, naturales o creados por el hombre, entre varias especies de Helleborus.
Foto © Britt Willoughby Dyer |
Flores de crocos y acónitos de invierno (Crocus y Eranthis hyemalis) | Foto HEN-Magonza |