Jardín de Plantas Nativas en el Botánico de Nueva York

Jardín de plantas nativas (Native Plant Garden) en el Botánico de Nueva York (NYBG) • PRIMAVERA

Diseñado por Sheila Brady, de la firma estadounidense de arquitectura del paisaje Oehme, van Sweden (OvS), este jardín de 1,4 hectáreas celebra la belleza de las plantas nativas del noreste de América del Norte.

Cerca de 100,000 árboles nativos, arbustos, flores silvestres, helechos y gramíneas fueron plantados en un diseño contemporáneo cuidadosamente planificado que armoniza con el paisaje natural. Además, muchas de las plantas incluidas proporcionan refugio y sustento para la vida silvestre, haciendo de ese jardín un imán para ardillas, ranas y una colorida variedad de aves y mariposas.

Hoy, de nuevo, hablaremos de jardinería sostenible, de resiliencia, para comprobar que se puede disfrutar de jardines que armonizan con el entorno y demuestran que un sólo jardín puede cumplir varios objetivos.

En este caso, el ejemplo viene de la mano del Jardín Botánico de Nueva York, concretamente del llamado Native Plant Garden, es decir un jardín de estilo naturalista creado para albergar plantas nativas de la zona de forma inspiradora y con el objeto de enseñar a los visitantes la belleza de la flora nativa en todas las estaciones. Pero también sirve para mostrar cómo las plantas nativas se pueden utilizar para diseñar atractivos e imaginativos jardines.

Del libro «Planting in a Post-Wild World»

El jardín fue diseñado por la empresa de arquitectos Oehme, Van Sweden & Associates y ocupa una superficie de 14 hectáreas. Su pieza central es una fuente de agua de 70 metros de largo. En su composición hay un equilibrio perfecto entre elementos de sostenibilidad y un diseño con gran impacto visual.

Jardín de plantas nativas en el Botánico de Nueva York (NYBG) • OTOÑO

NY Botanical Garden | Native Plant Garden

La transición entre la zona boscosa y la pradera de herbáceas se hace gradualmente gracias a borduras con especies de helecho, entre otras plantas, que permiten marcar la frontera entre ambos paisajes de forma armónica. En algunas zonas se ve cómo el paso de zona de humedad a seca se presenta con gran belleza a través de una pradera, como se aprecia en la imagen que aparece en el libro Planting in a Post-Wild Word y que muestro en la portada de este artículo, donde las plantas se agrupan y distribuyen de manera deliberada para ofrecer ese aspecto silvestre que se pretende.

La piscina se alimenta de agua de lluvia y se filtra por las plantas acuáticas. Los bancos y los edificios están construidos con materiales recuperados, reciclados, y recogidos de manera sostenible. Las plantas nativas elegidas, además de su belleza, ofrecen muchos beneficios ambientales, filtran el agua y el aire, evitan la erosión y proporcionan refugio para la vida silvestre mientras que también apoya la cadena trófica.

He hablado anteriormente de otro ejemplo de jardín con plantas nativas en el Jardín Botánico de Chicago, si queréis conocer más detalles podéis hacerlo aquí.