Estoy muy acostumbrada a ver por aquí y por allá algunas de las especies silvestres de corregüela (Convolvulus spp) de esta zona salpicando (y enredando) el campo con sus flores durante la primavera, el verano e incluso el otoño. Pero hoy mis ojos se van a Italia, porque el delicado color azul lavanda de las flores en forma de pequeñas campanas de Convolvulus sabatius, otra planta mediterránea tolerante a la sequía que me fascina.
Convolvulus sabatius
La especie Convolvulus sabatius es originaria de Italia y África septentrional (Argelia y Marruecos), donde crece preferentemente sobre rocas calcáreas soleadas a lo largo de las costas, hasta cerca de los 300 metros de altitud.
Pertenece al género Convolvulus, nombre binomial que se deriva del latín convolvere (enrollar o torcer), en referencia al hábito trepador de la mayoría de las plantas incluidas en ese género. El epíteto específico de esta especie (sabatius) hace referencia a la región italiana de Vada Sabatia (hoy Vado Ligure), donde fue descrita por primera vez.
Convolvulus sabatius es una herbácea perenne que alcanza de 15 a 25 centímetros de altura, y desarrolla tallos postrados y largos (hasta un metro) que tienden a transformarse en leñosos con la edad. Esta especie no es invasiva, por lo que es muy adecuada para jardinería mediterránea sin especies invasoras.
Convolvulus sabatius en el jardín mediterráneo
Esta planta de porte rastrero crece mejor en un posición soleada, en un suelo arenoso y bien drenado, y no es exigente en cuanto al pH.
Su rusticidad, además, la hace adecuada para jardinería sostenible, especialmente en regiones de clima mediterráneo, puesto que una vez enraizada no requiere cuidados y apenas mantenimiento. Si se desea, se puede realizar una poda ligera para rejuvenecer la parte aérea de la planta una vez pasada la floración.
Puede soportar largos períodos de sequía, siendo su código 3 (Plantas en regiones donde el período de sequía estival dura de tres a cuatro meses); y su resistencia al frío se sitúa entre -10 y -12ºC, teniendo en cuenta que esta plata se comporta como caducifolia con temperaturas invernales entre -6 y -8ºC.
Generalmente libre de plagas y raramente puede verse afectada por el hongo de la miel (Armillaria), responsable de la enfermedad conocida como podredumbre blanca que afecta a las raíces de la planta. Se puede propagar por semillas o esquejes de madera blanda en otoño.
En jardinería y diseño de jardines, Convolvulus sabatius es una planta mediterránea valorada por no ser una especie no invasiva muy adecuada como cubre suelos. Además, el azul lavanda de sus flores, de 2 centimetros de ancho, la convierte en una especie perfecta para crear manchas de color en jardines de roca situados en áreas soleadas y cálidas. Impresionante, también, la caída que tiene cuando se sitúa sobre muros de piedra, o el efecto que presenta cuando trepa ligeramente si se le facilita un soporte.
Otra de las cualidades de Convolvulus sabatius es que se puede establecer en jardines costeros, puesto que es una especie resistente a la salinidad y a la brisa marina.
Se puede cultivar también en en maceta. En en este caso, como es lógico, tendremos que vigilar más los riegos, pero siempre dejando que el sustrato se seque antes de volver a regar.
La respuesta de esta planta en cuanto a su cultivo en el jardín le ha valido el premio AGM (Award Garden Merit) que concede la Royal Horticultural Society británica, el popular galardón que se otorga a aquellas plantas que destacan por su excelente comportamiento en el jardín, y se basa en la evaluación del rendimiento de las plantas en las condiciones de crecimiento en el Reino Unido.
Es interesante destacar también su valor ecológico, puesto que las flores de Convolvulus sabatius son atractivas para los insectos polinizadores amantes del néctar, lo que hace de esta especie una perfecta candidata para favorecer la biodiversidad en el jardín.
Dicho queda, una planta mediterránea con maravillosas flores azules, perfecta para jardines de clima mediterráneo; entre rocas o en macetas; junto al mar (o no), muy resistente a la sequía y cuyo néctar atrae polinizadores. No se puede pedir más. Digo yo.
TEMAS RELACIONADOS
- Glaucium flavum (amapola marina), planta tolerante a la sequía ideal para jardines junto al mar
- 8 variedades de jaras (Cistus) que crecen en el jardín seco de Olivier Filippi
- Anthyllis barba-jovis. Arbusto rústico, mediterráneo y costero
- Pallenis maritima, planta mediterránea tolerante a la sequía y a litorales costeros secos