El hábitat natural de muchos insectos está quedando muy reducido, hasta el punto de que diversas especies, como algunas de las abejas silvestres, están en peligro de extinción e incluidas en la Lista roja. Avispas, abejas, abejorros, mariquitas y otros insectos tienen un papel primordial en el equilibrio ecológico y, por ello, no es de extrañar que una tendencia que comenzó en los años 90 del siglo pasado, cobre cada vez más sentido en nuestros días. Me refiero a los hoteles para insectos, también llamados cajas de insectos o asilos de insectos.
Para construir los hoteles par insectos entra en juego, como casi todo en la vida, una gran dosis de creatividad. Ellos tienen mucha más que nosotros, de modo que se trata básicamente de imitarles. Si se cuelan por los barrotes huecos de la ventana, significa que también pueden valer varias cañas de bambú, que se atan y cuelgan, consiguiendo un magnífico hotel para tus diminutos huéspedes, bueno tal vez eso sea un hostal.
Un simple corte redondo de tronco con agujeros también nos sirve. Pero podemos llegar a construir un ‘hotel de cinco estrellas” a base de listones de madera que crearán compartimentos. Allí alojaremos materiales adecuados para acomodar, en épocas de especial dificultad, a los diferentes tipos de insectos que queramos atraer.
No es demasiado difícil, hay maneras muy divertidas de construirlos. De este modo, se facilitará la polinización y el control de enfermedades en nuestros cultivos. Para conocer más detalles acerca de la ubicación, el tipo de materiales y otros aspectos, os dejo el enlace de Wikipedia sobre los hoteles de insectos que puede servir como punto de partida.
Mientras tanto, aquí tenéis unas cuantas imágenes que incluyen casas para jardines privados e, incluso, diseños más sofisticados para ser ubicados en las ciudades, en parques y escuelas. Creo que es evidente que todas ellas sugieren que no es tan complicado conseguir que, en épocas de adversidad, haya viviendas para todos, incluidos los seres más diminutos.
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