Él llamó a su obra inicialmente “Hizo de su amor simetría”, ya que la figura de una jovencísima adolescente sostiene entre sus manos una dalia “quizás la flor que mejor representa la proporción aúrea, la simetría del arte y la naturaleza”.
Hace unos días, el Real Jardín Botánico compartía una foto de una glorieta con el suelo cubierto de hojas, recordando que pronto en ese jardín los senderos se vestirán de otoño, tal y como mostré en su día: Senderos de otoño en el Real Jardín Botánico de Madrid. O, tal vez, querían recordarnos que antes de que caigan todas las hojas, se pueden seguir admirando las dalias (ver Dalias en el Jardín Botánico de Madrid).
Pero volvemos a la escultura de esta imagen, cuyo detalle podemos apreciar en la otra foto (maravillosa también). En el centro de una glorieta rodeada de tilos y dedicada a los Jardines por la Paz, la Glorieta de la Niña, existe una estatua realizada por el escultor Julio López Hernández en 1991. Para esa estatua, ahora llamada “La Niña”, fue precisamente una de sus dos hijas, Marcela, quien sirvió de modelo. Julio López Hernández (Madrid, 1930) en sus comienzos se dedicó a la escultura religiosa, pero pronto se especializó en la llamada nueva figuración y fue uno de los miembros fundadores del llamado Realismo Madrileño.
Y allí, junto a su obra y rodeados de vegetación, os dejo hoy. Todos los caminos al salir de esa glorieta conducen a alguna joya botánica, por lo que no importa cuál de ellos decidimos tomar. Hoy os propongo dar un largo paseo por el Real Jardín Botánico de Madrid.
FOTOs | MArisa esteban • rjb-csic
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