En España hay muchos paisajistas audaces que han optado por orientar su trabajo hacia jardines naturalistas. Y digo audaces, no porque sea impensable ese tipo de jardines en los diversos climas de España, sino porque resulta muy difícil encontrar determinadas especies de plantas que responden adecuadamente a ese estilo.
Jardines experimentales
Eso es lo que ha llevado a algunos profesionales de la jardinería y el paisajismo a crear su propio jardín experimental. Un espacio donde, no solo estudian el comportamiento de las plantas y sus posibilidades de combinación, sino que también les facilita la disponibilidad de determinadas especies de plantas vivaces y gramíneas ornamentales, que resulta imposible adquirirlas en los viveros de nuestro país.
Hoy tenemos la suerte de disfrutar de uno de esos jardines experimentales, gracias a las fotos realizadas recientemente, que me han facilitado Enriqueta León del Olmo y Olmo Rengifo Carreras, propietarios de Planta Paisajistas y creadores de ese mágico Jardín Laboratorio ubicado en Tenzuela, una localidad de la provincia de Segovia, con inviernos prolongados, secos y fríos, y veranos calurosos pero cortos.
Jardín Laboratorio en Segovia
Enriqueta y Olmo estudiaron paisajismo en la Escuela de Paisajismo y Jardinería Castillo de Batres, y en 2009 comenzaron a trabajar juntos para realizar mantenimiento de todo tipo de espacios exteriores. Pronto llegarían sus primeros proyectos de diseño y construcción de zonas verdes. Desde ese momento comenzaron a perfilar su estilo, siempre ligado a su forma de ver la vida, así como a la observación, cuidado y admiración por las plantas.
Su marcada tendencia naturalista en el jardín, les hizo toparse con la dificultad que supone no disponer de determinadas especies de plantas vivaces y gramíneas ornamentales para combinar con árboles y arbustos de estilo mediterráneo; junto con las plantas silvestres propias de cada región.
Su propósito, muy en la línea del New Wave Planting, era conseguir continuidad en el jardín a lo largo de las estaciones, jugando con las diferentes presentaciones (color y textura) que ofrece las plantas vivaces en su época vegetativa.
Su propósito, muy en la línea del New Wave Planting, era conseguir continuidad en el jardín a lo largo de las estaciones, jugando con las diferentes presentaciones (color y textura) que ofrece las plantas vivaces en su época vegetativa.
Investigar, conocer, aprender | Las plantas en el jardín
Encontraron la solución cuando decidieron cultivar sus propias plantas en ese jardín, que acabó convirtiéndose en laboratorio. Me comenta Olmo que en ese jardín experimental han sacrificado, en cierto modo, el diseño, con el fin de dar prioridad a la reproducción y cultivo del mayor número de plantas. Metros cuadrados muy bien aprovechados, que se transforman año a año a medida que las plantas se van muriendo. También retiran aquellos ejemplares que invaden más de los deseado o, simplemente, las plantas de las que ya conocen bien su funcionamiento, y que dejan paso a otras especies o composiciones. Experimentan con más de quinientas especies traídas de Holanda, Bélgica, Francia, Alemania e Inglaterra, y muchas otras que siembran tras coger las semillas del campo.
Está claro que ese interés por el conocimiento de las plantas en los comienzos de su trayectoria les ha llevado a comprender que éstas constituyen la pieza clave de cualquier proyecto de jardinería y paisajismo. Ahora saben que trabajando con ellas es mucho más sencillo descubrir el comportamiento y posibilidades de combinación que ofrecen las plantas en la región climática donde se crea cada jardín.
Está claro que ese interés por el conocimiento de las plantas en los comienzos de su trayectoria les ha llevado a comprender que éstas constituyen la pieza clave de cualquier proyecto de jardinería y paisajismo. Ahora saben que trabajando con ellas es mucho más sencillo descubrir el comportamiento y posibilidades de combinación que ofrecen las plantas en la región climática donde se crea cada jardín.
La elección de las especies la realizan en función de las características del suelo, la orientación y el clima. Con ello, pretenden asegurarse que cumplen perfectamente las expectativas en cuanto a diseño, calidad y bajo consumo de agua. Estética y sostenibilidad caminando de la mano y, a juzgar por lo que nos muestran las fotos, parece ser que lo hacen con éxito.
Pero no nos confundamos, porque antes de ese éxito, viene el trabajo. Germinar, reproducir, cultivar. Un trabajo que a veces no tiene la recompensa esperada. Mantener un jardín que se mueve cada año, es una tarea que se complica cuando el invierno hiela más de lo que uno espera y el estío trae condiciones ambientales muy duras para las plantas. Un trabajo no siempre recompensado, pero que enseña a conocer y adaptarse al medio a la hora de diseñar un nuevo jardín.
Ese jardín experimental es ahora también su carta de presentación, un excelente escaparate que les permite mostrar su estilo y su manera de ver el paisajismo y el diseño de jardines. Espero tener la posibilidad de visitar ese Jardín Laboratorio algún día. Mientras tanto, voy a dar un buen paseo a través de sus imágenes, un paseo al que estáis todos invitados ¿Vamos?