Keukenhof, el jardín de tulipanes más grande del mundo, abre hoy sus puertas al público, y lo hace después de dos años de ausencia por la pandemia.
Como cada año, en octubre se inicia la cuenta atrás. Unos meses de espera para encontrar una diversidad de flores de plantas bulbosas, donde destacan los tulipanes, con 800 variedades que se exhiben junto a los diferentes senderos del parque. Flores que emergen y se suceden a lo largo de la primavera. Cada semana es un mundo y cada flor una obra de arte.
Keukenhof, en la ciudad holandesa de Lisse (a unos 40 kilómetros de Ámsterdam), es sobradamente conocido por ser un espectacular parque de primavera y el mayor jardín de tulipanes del mundo. Tal y como comenté hace unos meses, en la primavera de 2020 y 2021, el parque floreció de forma espectacular, como lo hace cada año desde 1950. Sin embargo, tuvo que permanecer cerrado al público debido a las medidas de seguridad por la pandemia. Solo se pudo abrir como prueba durante seis días en 2021, lo que permitió que 27.000 personas disfrutaran de esas extraordinarias alfombras de flores.
Tras dos años de espera, Keukenhof abre sus puertas de par en par a la primavera y a los visitantes que acudan al parque para disfrutar de la sucesiva floración de los siete millones de bulbos de flor, que en los próximos días formarán un colorido paisaje en el jardín de primavera más hermoso del mundo. Y lo hace con 800 variedades de tulipanes como protagonistas, acompañados de grandes masas de flores de otras plantas bulbosas de flor, como narcisos, jacintos, múscaris, crocus y fritillarias.
El arte lo traerá ‘La Joven de la perla’ (en neerlandés Het meisje met de parel), una de las obras maestras de Vermeer, que pintó hacia 1665; y su casa, el Mauritshuis, que este año celebra su 200 aniversario como institución pública. En ese museo, situado en el centro de La Haya, se conservan algunas de las mejores pinturas del Siglo de Oro neerlandés o pintura barroca holandesa (siglo XVII), entre las que destacan las obras de Rembrandt (1606-1669) y Johannes Vermeer (1636-1675).
Como parte de esa celebración, los visitantes descubrirán este año un área del jardín que cuenta con una réplica de La Joven de la perla. En esa pintura emblemática, también conocida como La muchacha del turbante, La Mona Lisa holandesa o La Mona Lisa del norte, Vermeer representa una chica ataviada con vestimenta exótica, un turbante oriental y una insólita perla grande en la oreja. La enigmática joven era un personaje imaginario, razón por lo que esa pintura no se consideraba un retrato, sino lo que se conoce como tronie (en holandés «rostro»), denominación que se daba en la época a determinadas pinturas que no pretendían ser retratos en sí, sino estudios de expresión.
Pero no solo de las exhibiciones al aire libre vive Keukenhof, porque, a partir de hoy, también se muestran flores y plantas en el interior del Pabellón Oranje Nassau y el Pabellón Willem-Alexander, donde cada semana habrá un exhibición floral diferente. Esta semana se exhiben tulipanes y narcisos. Después vendrán las fresias y las gerberas; amarilis; varias plantas y bulbos en maceta y, como colofón, la temporada terminará con un impresionante espectáculo de azucenas.
Keukenhof estará abierto del 24 de marzo al 15 de mayo. Si no podemos desplazarnos hasta allí, habrá que estar pendiente de las novedades que vayan llegando. Todo sea por disfrutar de algún modo de una primavera que, un año más, viene cargada de noticias tristes, pero que tendremos que pintar de algún modo, para no perder la esperanza de que mañana será un día algo mejor.
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