Se comenta que, en cierto modo, ya no es lo que era, pero que conserva su magia y Hoy volvemos a Italia y lo hacemos a lo grande.
Cuando tenía 21 años, Sir Thomas Hanbury (1832-1907) se embarcó rumbo a China para establecerse en Shangai. Pronto haría fortuna, convirtiéndose en el mayor propietario privado de Shangai. El interés de Thomas Hambury por la horticultura nació en su juventud, alentado por su hermano mayor, Daniel, gran apasionado de la botánica y farmacéutico.
Pero también se dice que los viajes que realizó a Europa, cuando Thomas Hanbury tenía 19 años, le permitieron conocer muchos jardines y que de esa experiencia nació su entusiasmo por la jardinería.
Thomas Hanbury y RHS Wisley
Ese interés por la jardinería quedó patente en 1903, cuando adquirió una gran finca en Wisley y la donó a la Royal Horticulture Society (RHS) que en aquella época atravesaba momentos difíciles. Terrenos que se convirtieron en los conocidos (y reconocidos) jardines de la RHS en Wisley, Surrey. Esa donación, lógicamente, supuso un gran impulso para la organización del jardín botánico, que pudo seguir desarrollando su labor científica y educativa.
Thomas Hanbury y La Mortola
Pero antes, en 1867, Thomas Hambury, en su empeño por encontrar un clima más favorable que el de Inglaterra, compró una finca en Ventimiglia, en la región de Liguria, Italia. Estaba en la Riviera italiana, con eso podría ser suficiente, pero la localización en el Cabo de Mortola, mejoraba aún más la ubicación de esa propiedad.
La finca está en una pendiente y ocupa 18 hectáreas. Cae desde los cerros hasta la costa de Liguria y lo cubren olivares, cítricos y vides. Todo el terreno está cruzado por la Vía Julia Augusta que conectaba las Galias con la Italia romana. Sobre ese terreno, se eleva también una residencia construida en el siglo XVI. Thomas Hanbury vivió allí durante 40 años, hasta que murió en 1907.
Con la ayuda de su hermano Daniel, Thomas Hanbury comenzó la creación de lo que después acabaría siendo un espectacular jardín botánico. Desde el principio, la intención era crear un jardín donde las especies tropicales y subtropicales pudieran aclimatarse poco a poco. La base científica que le proporcionó su hermano, Daniel Hanbury, le permitió crear un jardín de aclimatación donde fueron alojando las primeras colecciones de plantas de Sudáfrica, Australia y América. Pero no se perseguía sólo el aspecto exótico o la perspectiva ornamental de esas plantas en el jardín, sino también su investigación farmacológica y el estudio de su importancia económica.
La Mortola | Jardín botánico Hanbury
En la propiedad se dan un gran número de microclimas, derivados de la exposición de la luz y los vientos de diferentes condiciones de pendiente y humedad. Entre el mar y la antigua calzada romana, junto al antiguo olivar, colocaron la huerta y el jardín de rosas, todo al abrigo de la sal gracias a un muro que se reformó.
El bosque de Australia se colocó en una pendiente suave, por encima de la calzada romana. En la villa es donde se continúan cultivando los cítricos. Más arriba y en la zona oeste se encuentra el olivar, mientras que en el este se sitúa el jardín con especies del Mediterráneo.
A lo largo del río Sorba se encuentra aquellas especies que prefieren ambientes húmedos. Los jardines que pueden apreciarse hoy en día corresponden al resultado de dos etapas. La primera corresponde a la labor de los hermanos Hanbury en relación a la recogida y estudio de plantas exóticas. La segunda corresponde a la labor del hijo de Thomas Hanbury, Cecil, y su esposa Dorothy, que atiende más a los aspectos ornamentales del jardín. Pero, en todo caso, el jardín ofrece una fusión de ambos conceptos y la faceta estética casa a la perfección con la científica de tal modo que la parte ornamental y la científica se dan la mano en La Mortola.
Las colecciones de plantas
Las colecciones más importantes incluyen agaves, aloes, y salvias, así como es Araucaria cunninghamii (plantada en 1832), Casimiroa edulis (1867), olivos, Olmediella betschleriana, y Pinus canariensis (1870). Los frutales incluyen especies raras como Actinidia, Carica, Diospyros, Eugenia, Feijoa, Fortunella, Macadamia, Mespilus germanica, y Persea. A todo ello hay que sumar colecciones de palmeras, suculentas, árboles australianos, cítricos y diversos cultivos de flores.
Tienen especial interés plantas de especies como Aphyllanthes monspeliensis, Beaucarnea recurvata, Beaucarnea stricta, Caesalpinia sepiaria, Chiranthodendron pentadactylon, Chrysanthemum discoideum, Coronilla juncea, Cupressus guadalupensis, Cupressus lusitanica, Eucalyptus citriodora, Eucalyptus sideroxylon, Eucalyptus microcorys, Mandevilla laxa, Passiflora bryonioides, Passiflora amethistina, Passiflora edulis, Senecio deltoideus, Sollya heterophylla, Thunbergia grandiflora, Thunbergia coccinea, Thunbergia mysorensis, Wigandia urens, y Yucca australis.
Un legado que en 1937 estaba formado por 6.300 especies y variedades de plantas y que en la actualidad ronda las 3.600. En todos los casos se intenta mantener esas plantas como si crecieran en su hábitat. No se retiran las partes que envejecen para que sigan su ciclo natural y cumplan el papel que les corresponde en cada etapa. Estamos en bello pedazo de Italia compartiendo algunas plantas de un buen pedazo del mundo. Esto es la costa de Liguria y estamos todos invitados a visitar el Jardini Botanici Hanbury (La Mortola) que desde 1983 está bajo el control de la Universidad de Génova.