Un blog puede convertirse en un vehículo que te permite viajar y, además, aprender mientras lo conduces. Te marca una disciplina, te exige una buena dosis de combustible diario, pero si sabes disfrutar con todo lo que aprendes por el camino, se convierte en una maravillosa aventura, en la que el corazón late un poquito cada vez que haces click en publicar.
Son mil entradas ya ¿estoy orgullosa? Sí, mucho ¿Agradecida? También, porque un blog, por muy personal que sea, no solo lleva un poco de nosotros, sino también, mucho de aquello que nos rodea. Por eso, quiero dar las gracias a todas las personas que lo han apoyado, a quienes en ocasiones han permitido que utilice sus fotos o su trabajo para poder hablar de ellos aquí. También a aquellos blogs que comparten información muy valiosa, y permite documentarnos a la hora de escribir determinados artículos. A los blogs amigos que lo recomiendan en su blog. A los que lo hacen en las redes sociales. A todas las visitas silenciosas y a los que dejan su tarjeta en forma de “me gusta” o comentario.
No puedo estar más que contenta porque, a pesar del tiempo que me ha robado, he aprendido o profundizado en valiosos conocimientos de plantas, cultivadas y silvestres; de jardines públicos y privados; de paisajistas y jardineros de todo el mundo; de pintura, escultura, fotografía y diseño; he compartido muchos paseos por el campo y por la ciudad, por jardines históricos y por parques. Y lo mejor de todo, a medida que avanzas en ese aprendizaje, más ignorante te sientes, lo que despierta el deseo de seguir aprendiendo. Esto es un no parar!!
Me he dejado llevar en alguna ocasión por la nostalgia, pero casi siempre he procurado transmitir optimismo. Si he logrado arrancar alguna sonrisa, algún gesto de complicidad, alguna sorpresa o alegría, bienvenidas sean las 1.000 entradas del blog. Si, además, habéis aprendido algo nuevo con él, entonces ¡estamos de fiesta! Gracias por estar ahí y que la fiesta no pare. Estáis invitados todos los que visitáis este lugar, pero, por si acaso, he reservado mesa para algunos, si tenéis curiosidad en saber quiénes son, solo tenéis que hacer click y os lleva a su blog o website.
Mesa reservada para:
Los que me inspiraron y apoyaron desde el principio. Una gran ola para ellos!!!
Los que me recomiendan en su blog o hacen guiño a alguna entrada con su comentario o compartiéndola en redes sociales. Vamos, otra gran ola!!!
Y, por supuesto, mesa para los que me “regalan” mágicos contenidos o, simplemente, me inspiran ¡qué sería este blog sin ellos! Gran ola para ellos también!!
Entre otros…
Y más, muchos más, porque mil entradas dan para mucho y es imposible recoger todas esas sensaciones en un solo artículo.
De nuevo, gracias! y la fiesta comienza en este momento. No os mováis de ahí, os quiero ver bailar a todos!! 🙂