La pintora británica Gluck es conocida por sus retratos naturalistas y bodegones de flores inspirados en las composiciones de su amante, la artista floral y decoradora Constance Spry. Naturalezas muertas, en su mayoría con flores blancas, que dejó de pintar cuando esa relación finalizó.
Gluck (Hannah Gluckstein)
Famosa por su individualidad en el arte y en su personalidad, Hannah Gluckstein (Londres 1895-1978) nació en la familia que fundó el imperio de la restauración J Lyons & Co, conocido por sus restaurantes palaciegos y grandes hoteles. Gluck es el nombre monosilábico ambiguo que adoptó en 1918, cuando decidió vestir con ropa masculina y no ser identificada bajo ningún género.
Asistió a clases en la Escuela de Arte St John’s Wood (1913-1916) y durante la Primera Guerra Mundial se unió a la comunidad de artistas en Newlyn en Cornualles, donde recibió más formación. Gluck rompió estereotipos sobre el lugar que debía ocupar una mujer, al tiempo que se forjaba un lugar dentro de una sociedad londinense que era sexualmente tolerante y que no juzgaba. Pero, cada vez que se cansaba de la vida social de Londres, buscaba la tranquilidad de Lamorna en Cornualles.
En 1936 se pintó a sí misma y a su amante en aquel entonces, Nesta Obermer, en su cuadro Medallion (“YouWe”), una representación drástica de la pareja del mismo sexo. El cuadro declaraba el amor lésbico, y lo hacía en la década de los años 30 del siglo pasado, cuando la homosexualidad masculina era un delito y no existían términos admisibles para referirse a una mujer lesbiana o una persona transgénero. Sin embargo, el significado del cuadro Medallion se pasó por alto y Gluck no fue reconocida como una subversiva que cuestionaba el género, sino como una pintora de paisajes, retratos y flores.
Su individualidad personal transcendió a su carrera artística. No quería que su trabajo estuviera etiquetado o encuadrado en ningún movimiento y, para evitarlo, se negó a mostrar su obra en exposiciones colectivas.
Las composiciones florales de Constance Spry
Hoy quería detenerme en sus pinturas de flores, unos cuadros que están ligados al trabajo de la artista floral Constance Spry, con quien Gluck mantuvo una relación entre 1932 y 1936.
Gluck comenzó a pintar flores durante su época apasionada junto a Spry, al tiempo que alentaba los propios instintos creativos de de Spry en sus composiciones florales poco convencionales para la época, arreglos que hoy en día siguen siendo sorprendentemente contemporáneos.
► Ver también: Constance Spry y su particular revolución del diseño floral
Un trabajo visionario que otorgo prestigio y notoriedad a Constance Spry, con técnicas muy vanguardistas e ideas algo “disparatadas” a mediados del siglo XX.
La pasión floral de Gluck y Constance Spry
Según la biógrafa de Spry, Sue Shephard, la relación de ambas se inicia cuando una amigo común le regaló a Gluck un arreglo floral construido in situ en el estudio de la pintora. Val Pirie, una asistente de Constance Spry, fue al estudio de Gluck en Bolton House y allí creó una composición con flores blancas de anturios, amarilis, lilas, narcisos y tulipanes.
En realidad, esto era algo habitual, ya que Spry siempre insistía en que cada arreglo debía componerse in situ, en lugar de hacerlo en su tienda, para asegurarse de que encajara perfectamente con el entorno.
La composición de flores en un jarrón de Warwick (inspirado en el Vaso Warwick romano) se había colocado sobre un pedestal. La belleza de ese despliegue floral impresionó a Gluck y decidió pintarlo inmediatamente.
Pero Gluck lo hizo con tanta atención al detalle, que las flores se marchitaron antes de que pudiera capturarlas. No dudó en llamar a la tienda de Spry, semana tras semana, para solicitar flores de reemplazo, lo que despertó la curiosidad de Spry, que finalmente visitó el estudio de pintura en persona y así comenzó su aventura.
El trabajo terminado se tituló Spry Chromatic (1932) y fue la obra más minuciosa y espectacular de todas sus pinturas de flores.
Bodegones de flores de Gluck y Constance Spry
Constance Spry se dio cuenta de que el talento artístico de Gluck funcionaría bien con sus arreglos florales y comenzó a presentar a Gluck a sus clientes ricos y de clase alta, incluida la Familia Real, así como diseñadores de interiores líderes como Syrie Maugham, el principal decorador de interiores británico de las décadas de 1920 y 1930.
A ambas les gustaban especialmente las flores bancas, cuyos pétalos se presentan como un fresco lienzo en blanco donde la luz y la sombra se posaba. Constance Spry escribió sobre su amor por las flores blancas en su libro Flower Decorations de 1934, y afirmaba que “… Es la interacción de la luz y la sombra, el color y la forma en mil variaciones, donde reside el deleite de las flores blancas…”.
En Lillies, Gluck representa las espatas blancas de calas (Zantedeschia aethiopica) en un arreglo completamente blanco, una pintura que refleja la influencia de Constance Spry, quien a su vez coincidió con la moda de los años 30 para los esquemas de diseño de interiores completamente blancos.
Pero vendrían más bodegones de flores de Gluck inspirados en las composiciones de Constance Spry, como Lilac and Guelder Rose, un ramo impresionantemente grande de lilas blancas combinado con flores de Viburnum opulus y hojas en un jarrón alto; o The Devil’s Altar, una pintura que Gluck realizó en 1932 y ahora se conserva en la Art Gallery Brighton, que representa las características y delicadas flores blancas que cuelgan de los tallos de una Datura, una de las plantas favoritas de Constance Spry.
Fascinación por los jarrones inusuales
En realidad, no fueron solo los arreglos florales los que hicieron popular a Spry, sino también los jarrones inusuales que buscaba para sus composiciones. Durante el verano de 1932, ambas se fueron de vacaciones a Túnez. Allí descubrió con fascinación las vasijas romanas, griegas y fenicias que se exhibían en los museos locales. Le pidió a Gluck que los dibujara para ella y los usó como inspiración para sus propios diseños, convirtiendo estas formas clásicas en el sello distintivo de sus cerámicas.
Reconozco que, a pesar de su extraordinaria belleza, no fue ninguna de esas pinturas con flores blancas la que me llevó hasta Gluck, sino su cuadro titulado Nature Morte (foto de portada), donde representa una delicada y ligera composición floral con plantas silvestres, un arreglo muy al gusto de Spry y un amor a primera vista para mí.
Es la breve historia de dos artistas unidas por una pasión floral, que en el caso de Gluck se fue apagando, porque cuando su romance con Spry finalizó, su producción de pinturas de flores fue disminuyendo.
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