Regalos, sí, siempre bienvenidos. Si es posible, regalos que se puedan disfrutar poco a poco, para que la ilusión no se desvanezca rápidamente.
Regalos a largo plazo, crecederos. Obsequios de muy diversas formas y con diferente sentido, pero al fin y al cabo, obsequios.
Que no falten detalles que dar o recibir estos días y si se pueden envolver, que sea con esmero, para que luzcan más y no se escapen los sueños que hay dentro.
¡gracias por estar ahí!