Erase una vez un Leucanthemum paludosum puesto en un contenedor bajo de 50 cm de diámetro y 35 cm de altura. Los que tienen perros saben lo dificil que es plantar en el jardín mientras miran, observan y esperan a que llegue la noche. Siempre es igual, a la mañana siguiente lo que aguarda es un perro con el hocico lleno de tierra moviendo el rabo para darte los buenos días. La desesperación hace que llenes el jardín de macetones o jardineras que les haga más difícil su tarea.
Pero en este caso, pasado un tiempo, cortamos la base de maceta y se volvió a dejar en el mismo sitio, donde enraizó perfectamente. Como un cuento con final feliz de 1,70 metros de diámetro y 1,25 metros de altura.