En el estanque la luna
Son estrofas de la canción que Victor Manuel dedicó a este parque, por el que estuve paseando el pasado sábado, un día no demasiado soleado y algo frío. Digamos que era una mañana típica del mes de Febrero y un parque en el que faltaban algunas de las flores que lo colorearán esta primavera. Aún así, estaba lleno de vida y no faltaban los habituales: padres y abuelos con niños jugando, gente haciendo deporte, paseando al perro o simplemente paseando.
El Parque de Berlín se construyó en Madrid en 1967 en el barrio madrileño conocido como Ciudad Jardín, cuyo nombre hace referencia a los asentamientos de viviendas unifamiliares construidas a principios del siglo XX en la periferia (entonces lo era) de Madrid y que dieron comienzo en el distrito de Chamartín, al que pertenece este parque. Eran las denominadas ‘Colonias’ y su nacimiento estuvo ligado al movimiento internacional de la ciudad jardín.
El parque, construido en varias alturas, cuenta con una importante colección arbórea. Se ha creado una senda botánica, cuyos carteles no son siempre legibles, ya que todo el mobiliario urbano está un tanto dañado por las pintadas, por no mencionar las de algunos troncos de árboles. Supongo que los recortes han afectado a la vigilancia y, por supuesto, al mantenimiento de este parque, que ocupa casi cinco hectáreas y en el que encontramos también dos fuentes, un monumento a Bethoven, el oso que representa a la ciudad de Berlín; además de zonas recreativas, polideportivo, auditorio y zona infantil.
La fuente principal está dedicada al Derribo del Muro de Berlín. En 1990 se colocaron tres fragmentos de ese muro, con graffiti original incluido, a pesar del recelo del empleado municipal que intentó limpiar las pintadas antes de la celebración del acto de inauguración.
Rodeando al parque está lo que podríamos llamar una ‘Little Alemania’, ya que junto a él se sitúa el Colegio Alemán, un conocido restaurante alemán y la correspondiente tienda de productos de ese país.
Ciudad Jardín, Berlín, Madrid, tal vez da igual cómo se llame o cuál es su barrio o ciudad, lo importante es que se trata de un gran parque en medio de la urbe, que bien merece un paseo por él.
