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Orquideario de Soroa (Jardín de orquídeas ), Cuba | Foto Flickr |
Si usted duerme una noche en esta colina quedará hechizada, vaticinó alguien, pero le puedo adelantar mi respuesta: no es preciso amanecer allí, fue amor a primera vista este reencuentro con el jardín florecido de sensaciones y asombros.
Eso es lo que escribió, en enero de 2011, la periodista cubana Adalys Pilar Mireles al final de su artículo Soroa, Jardín de orquídeas y asombros.
Hoy nos vamos a Cuba, a un lugar al abrigo de la cordillera de Guaniguanico. Si os gustan las orquídeas, sabréis que existen lugares donde puedes perderte entre la reina de las flores: la Aristócrata del reino vegetal y uno de esos lugares lo podemos encontrar allí.
Se trata del Jardín Botánico Orquideario Soroa , el mayor de Cuba y uno de los más importantes del mundo. Ubicado en la Sierra del Rosario, en la provincia de Artemisa. Un entorno montañoso declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Tras los daños sufridos por el azote de los huracanes, en 2011 finalizaron sus obras de restauración. Entre las tareas más complejas estaba la de repoblar, para lo se emplearon ejemplares provenientes de otras regiones del país. Incluso algunos vecinos acudieron con plantas ‘no son lindas’ decían, ‘pero pueden ayudar’.
Esta semana se anunciaba que la colaboración entre el Orquideario de Soroa y el Jardin Botánico de Kew en Reino Unido se ampliará, con el fin de crear allí un banco de semillas que preserve variedades amenazadas. Con las nuevas instalaciones, las semillas podrán sobrevivir durante cientos de años, lo que ayudará a conservar su población después de catástrofes naturales, como los huracanes. Además, se prevé el suministro de equipamiento para el laboratorio de vitroplantas fundado desde hace varias décadas en Soroa.
Si a esta buena noticia, se une al reciente hallazgo en Cuba de dos nuevas especies pertenecientes a la familia de las orquídeas, podría decirse que nos movemos en buena dirección para disfrutar de esta bella planta. No en vano, las islas del Caribe han servido desde hace dos siglos como laboratorios naturales y auténticos paraísos biológicos.
Por si la belleza de las orquídeas no fuera suficiente, la historia que acompaña a este orquideario también resulta entrañable. El abogado Tomás Felipe Camacho emigró desde Canarias a Cuba. Tras el fallecimiento de su esposa y su hija, se entregó de lleno a crear un jardín en su recuerdo. Ellas amaban las orquídeas y eso fue lo que le inspiró a llenar las montañas de esas mágicas flores.
En 1943 comenzó a traer plantas de todo el mundo (Malasia, Guatemala, Filipinas, Brasil, Francia, Holanda, Bélgica, Inglaterra, etc.), preferentemente orquídeas. Llegó a reunir 18.000 ejemplares, incluyendo a casi todos los Dendrobiums conocidos, tanto especies como híbridos. Algunas orquídeas son cultivadas bajo umbráculos y otras crecen en estado silvestre.
Hoy en día, el orquideario está dentro de la extensa área de su residencia, una casa señorial convertida en biblioteca, con
35 mil metros cuadrados de terreno dedicados fundamentalmente al cultivo de las orquídeas, tanto endémicas como exóticas. Dispone de un laboratorio en el que se reproducen las orquídeas y nueve umbráculos donde se cultivan algunas especies. Existen ejemplares únicos, extremadamente protegidos por los especialistas del centro. En total
20.000 ejemplares de plantas entre los que se pueden encontrar
550 especies de orquídeas de todo el mundo, de las cuales, 130 son autóctonas de Cuba.
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Encyclia bocourtii |
Jorge Lazaro Bocourt, director del famoso jardín, combina el dibujo con sus exploraciones por distintas regiones del archipiélago, lo que le permitió encontrar en una especie endémica de la península de Guanahacabibes. La flor de pétalos amarillos, nombrada Encyclia Bocourtii en su honor, y que prolifera en áreas cercanas a la costa, sobreviviendo a los embates de recientes huracanes.
Os dejo en Cuba el tiempo necesario para conocer un poco mejor este maravilloso templo de las orquídeas y demás plantas exóticas. La zona es fantástica, de modo que bien vale un largo recorrido por ella. Soroa y su flores salpicadas por las montañas nos esperan.
Fuentes y fotos: