Cuando estamos contentos la cara se nos ilumina, está demostrado. El dicho de que ‘la cara es el espejo del alma’ es sabio y no tiene lugar a dudas. Esta gardenia está donde quiere, con la luz del sol acariciándola, donde le gusta, donde brilla y florece. Esta mañana me lo ha contado al oído y, ahora, yo os lo cuento a vosotros.
Gardenia