Ya sé que para la mayoría se han terminado las vacaciones. Aunque, claro, eso depende de el hemisferio donde nos encontremos y la empresa para la que se trabaje, Así que, voy a suponer que hay afortunados que planifican ahora sus vacaciones y tienen previsto visitar Nueva York. Si es así, tal vez les interese conocer a Roberta a la hora de comer.
Si, digo a la hora de comer, porque Roberta tiene una pizzería. Pero eso no es lo que me ha llamado la atención, sino su huerto urbana .
Por lo que he visto en las fotos, el vídeo y la información que he consultado, en muy pocos metros cuadrados y con muchísima imaginación ha creado un espacio donde cultivar tomates, puerros, zanahorias, y otras hortalizas; flores comestibles, hierbas aromáticas de todo tipo y plantas que atraen insectos beneficiosos para la polinización. Todo un vergel en la azotea, utilizando contenedores procedentes de una antigua fábrica de cerveza y diversos materiales reciclados.
El resultado es una pizzeria que en su parte frontal no muestra mayor encanto, pero que resulta sumamente cálida una vez que estás dentro. Cuando ves las imágenes descubres que su original y divertido jardín, junto con la magnífica huerta, es lo que realmente hacen atractivo este establecimiento. Todo está instalado de tal manera que permite desplazarlo, para poder celebrar eventos y crear diferentes escenarios y ambientaciones. En definitiva, pocos metros cuadrados y sencillos recursos para un exitoso local. Bueno, al parecer, las pizzas son también fantásticas, todo hay que decirlo. Es lógico, normalmente, con buena materia prima y dedicación, las cosas suelen salir bien y saben mucho mejor.
Os invito a almozar en un lugar con encanto. Buen provecho a todos.