Cuando uno se empeña en desafiar a la gravedad, lógicamente, siempre fracasa. En ese caso, solo nos queda la imaginación, la capacidad creativa para desarrollar un espacio que permita simular que los objetos pueden quedar suspendidos en el aire.
Ese precioso juego de ilusión es el que ha desarrollado la artista alemana Cornelia Konrads, a través de sus instalaciones de ‘land art’ para espacios públicos. Siempre inspirados en la mágica ilusión óptica de hacernos ver lo imposible. De este modo, se pueden apreciar en parques y jardines de todo el mundo, esculturas e instalaciones donde troncos y piedras parecen querer escapar.
Son como sueños apilados, muros y puertas que desaparecen, pensamientos suspendidos que quedan congelados en el aire. Todo se mueve en su obra, todo es un desafío, son escenas imposibles y sueños que nos despiertan los sentidos.
Desde sus islas flotantes o sus casas enterradas, hasta -su última obra- el banco del parque, que parece estar a punto de salir despedido con el tirachinas gigante.
En fin, espacios para soñar y que invitan al desafío. Una obra absolutamente fascinante que podéis disfrutar visitando su website Cornelia Konrads.