Beth Chatto era una fanática de las bergenias, a las que se refería como “las hostas del jardín seco”, algo que indica claramente lo que podemos esperar de este género de plantas, cuyas llamativas y carnosas hojas comienzan a sonrojarse con la llegada de las primeras noches frías, manteniendo durante todo el invierno colores en tonos caoba, ciruela o coral. En primavera, lo que llamará nuestra atención serán sus atractivas cabezas de flores en color blanco, rosa o magenta y su vistoso follaje verde brillante.
El género Bergenia pertenece a la misma familia que la Saxifraga y lo integran 10 especies aceptadas nativas de Asia central y Asia templada, donde crecen en bosques, prados alpinos y en pedregales hasta 4.700 metros.
Todas las bergenias son plantas herbáceas perennes de bajo crecimiento con rizomas gruesos y rastreros que se diseminan gradualmente para formar grupos.
Sus hojas son coriáceas, ovadas o de forma cordada y con frecuencia tienen bordes ondulados o con dientes de sierra. Durante gran parte del año son de color verde medio oscuro, pero en condiciones de frío pueden adquirir matices en tonos caoba, rojo ciruela o coral.
Las bergenias también producen atractivos racimos de flores en tonos de blanco, rosa y magenta, sobre un tallo carnoso que se asemeja a un tallo de ruibarbo.
Bergenia en el jardín
Las llamativas y carnosas hojas con aspecto de cuero pulido de las bergenias brindan una excelente cobertura de suelo en condiciones secas y húmedas. Pero no les gusta estar en suelos mojados, por lo que las condiciones secas son las más adecuadas para su cultivo. Ese es el motivo por el que Beth Chatto se refería a ellas como “las hostas del jardín seco” -con relación al Gravel Garden– ya que las bergenias son una buena alternativa a las hostas en jardines secos o ventosos.
A pesar de ofrecer intererés durante todo el año, particularmente desde el invierno hasta la primavera, las bergenias parecen estar pasadas de moda y no son siempre bienvenidas al jardín, debido a que muchas personas consideran que pueden llegar a presentar un aspecto descuidado y convertirse en un hogar perfecto para babosas y caracoles. Sin embargo, esto se puede remediar si tenemos la precaución de limpiar de forma regular las hojas muertas o estropeadas.
Crecen mejor a pleno sol. Pueden llegar a prosperar en zonas oscuras y sombreadas, pero nunca darán lo mejor de sí, ya que el vistoso color de las hojas no es arte de magia, sino que depende de una buena dosis de frío y de la intensa luz que brinda el sol bajo de invierno.
No solo el suelo seco, sino también los suelos pobres favorecen la aparición del color del invierno que toman las hojas. Claro que, lo suelos más fértiles lo que producen después es un follaje y flores nuevas en la primavera.
Agradecen mucho la división de grupos cada 3-5 años, aportando sustrato extra excavado en la cama de siembra. Esta es la mejor manera de propagarlas, y otra forma de hacerlo es tomando secciones jóvenes y sanas de los rizomas y replantando.
Especies para el jardín
Las especies más comunes para el cultivo ornamental son Bergenia cordifolia, B. crassifolia y B. stracheyi, pero también es posible ver otras especies e híbridos, con sus correspondientes cultivares, que han mejorado sus hábitos de crecimiento, forma de las flores y también el color de sus hojas.
B. crassifolia es originaria de Siberia, es eficaz como cobertura de suelo. Tiene hojas circulares y arrugadas con bordes ondulados y numerosas flores de color rosa pálido a rosa en forma de campana en febrero y marzo.
B. cordifolia es originaria de Siberia, Mongolia y el noroeste de China, donde crece a la sombra de rocas y bosques. Tiene hojas grandes, en forma de cuchara de hasta 20 cm, de un atractivo color rojo parduzco en invierno y flores rosadas en primavera.
En ambas especies, las hojas grandes y, a veces, flexibles pueden volverse un poco desordenadas, por lo que es mejor plantarlas en áreas menos formales.
Bergenia stracheyi, originaria de las regiones alpinas del Himalaya, tiene menor estatura y un hábito más ordenado. También tiene hojas en forma de cuchara finamente dentadas y flores de color rosa a blanco a principios de la primavera.
Bergenia purpurascens es originaria del este del Himalaya y el suroeste de China es particularmente atractiva por sus hojas estrechas de color verde oscuro, que adquieren un color de remolacha en invierno. El nombre científico hace referencia al color de las hojas, que la hacen una planta mejor posicionada contra un fondo más claro.
Bergenia ciliata es originaria de Afganistán en el sureste de Tíbet, donde crece en bosques y salientes rocosos con sombra. Es especialmente atractiva por sus grandes hojas redondeadas e hirsutas.
Bergenia emeiensis, nativa del Monte Emei en China, es una elegante y delicada bergenia y probablemente la especie con floración más atractiva.
Híbridos y cultivares
Las bergenias más comúnmente disponibles para el jardín son de origen híbrido. Quizás el más cultivado es Bergenia x schmidtii (B. ciliata x B. crassifolia), que data de 1875. Su vigor y sus grandes hojas redondeadas, de color verde brillante de hasta 25 cm, la convierten en una excelente cobertura del suelo. Pero no tienen color de follaje de invierno y, además, son de floración temprana, lo que en zonas con fuertes heladas puede suponer que las flores se dañen.
Si queremos disfrutar del colorido follaje durante el invierno, debemos seleccionar cultivares de Bergenia con hojas que se coloreen bien durante esa estación.
Los cultivares del híbrido Bergenia x smithii (B. cordifolia x B. purpurascens) se encuentran entre los más coloridos, como es el caso de Bergenia ‘Abendglocken’, B. Eric Smith ‘ y B . ‘Bressingham Ruby’ y B. ‘Sunningdale’. Existen cultivares más pequeños y compactos con un buen color de invierno, como es el caso de Bergenia‘ Wintermarchen’, B. ‘Mrs Crawford’, B. ‘Beethoven’.
Bergenia purpurescens ‘Eroica’ es una planta vigorosa que también puede convertirse en una buena elección para disfrutar de colorido follaje invernal, gracias a las hojas de color bronce bruñido que brillan bajo el sol de invierno.
Sea cual sea nuestra elección, lo que sí tenemos claro es que las diferentes bergenias disponibles son plantas que tienen mucho que ofrecer al jardín en invierno y primavera, tolerantes a la sequía, y que no tendrían por qué pasar de moda.
TEMAS RELACIONADOS