Un árbol extraordinario de origen australiano y nativo también de Tasmania. Acacia dealbata (Mimosa plateada, mimosa fina, mimosa común) es una de las especies de mimosas (Acaciasp.) que fueron introducidas en la Península Ibérica entre los siglos XIX y XX como especies ornamentales y madereras. Algunas de esas especies se han naturalizado bien en zonas costeras. Ahora está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
La Acacia dealbata es un árbol perennifolio que alcanza de 8 a 20 metros de altura, tiene la corteza grisácea o blanca, muy ramificada; y hojas alternas y bipinnadas. Sus flores, de pequeño tamaño, en forma de globo y de color amarillo intenso, desprenden un agradable aroma. Es poco exigente, aunque prefiere clima templado para un desarrollo óptimo y exposición a pleno sol.
Se reproduce por semillas o vegetativamente y tiene la capacidad de rebrotar tras los incendios, colonizando rápidamente aquellas zonas donde la vegetación autóctona ha sido destruida, lo que impide su regeneración y empobrece la diversidad del área invadida. Ese es el motivo por el que esta especie se ha incluido en la lista de plantas invasoras.
Las imágenes que os muestro pertenecen a una mimosa de unos vecinos que es un espectáculo verla florear y cuando ya está cuajada de flores, el viento la mece de tal manera que su baile no es solo digno de admirar, sino que resulta todo un privilegio para el olfato. Cualquiera que tenga este árbol, que lo cuide y lo disfrute mucho, porque ya no está permitido el cultivo (viveros) ni la venta (centros de jardinería) de esta especie. Eso sí, hay que tener cuidado con los restos de poda.
