Para quienes están anhelando el despertar de la primavera, Eranthis hyemalis (acónito de invierno) es de los primeros bulbos en florecer y, por lo tanto, sus alfombras de pequeñas flores amarillas se convierten en verdaderos heraldos de la próxima estación.
Eranthis hyemalis (acónito de invierno): anunciando la primavera, incluso a través de la nieve
Eranthis hyemalis (acónito de invierno) es uno de los primeros bulbos de primavera que florecen y lo hace en los últimos días del invierno, justo antes de las campanillas de invierno (Galanthus nivalis). El tiempo real puede variar, dependiendo de cómo se presente la primavera, pero puede florecer desde febrero hasta principios de abril, incluso, en muchos casos, sus flores surgirán a través de la nieve.
Esta pequeña planta perenne tuberosa, pertenece al género Eranthis, con 8 especies aceptadas, y forma parte de la familia de los ranúnculos (Ranunculaceae). Tiene su área de distribución nativa en Asia Menor y Europa (Bulgaria, Francia, Italia, Yugoslavia). También se encuentra introducida en Gran Bretaña, Bélgica, Suiza, Países Bajos, Alemania, Checoslovaquia, Rumanía, Distrito de Columbia, Illinois, Nueva York, Carolina del Norte, Ohio, Ontario y Pensilvania.
Flores solitarias parecidas a diminutos ranúnculos
Sus flores solitarias amarillas en forma de copa (parecen diminutos ranúnculos) están rodeadas por brácteas de color verde brillante, como si se tratara de un collar alrededor de la flor. Hay seis pétalos en cada flor y numerosos estambres y pistilos en el centro.
Las hojas, estrechas y divididas en varios lóbulos en forma de dedo, aparecen después de que las flores se desvanecen. En verano, la planta permanece inactiva, y el follaje va muriendo completamente.
Se originan en bosques húmedos y lugares sombreados
Los acónitos de invierno (Eranthis hyemalis) se originan en bosques húmedos y lugares sombreados, lo que nos da una pista sobre cómo utilizar los cultivares de jardín. No obstante, hay que tener en cuenta que las flores son sensibles al calor, lo que significa que se abren cuando la temperatura alcanza aproximadamente los 10ºC. Cuando se da esta circunstancia y las flores abren, las abejas y los polinizadores tempranos son visitantes asiduos, permitiendo que estas plantas se propaguen por semillas al ser polinizadas.
Por lo tanto, es interesante plantar el acónito de invierno en un lugar abierto y soleado, en un césped, en un rincón soleado de un borde boscoso o debajo de arbustos y árboles de hoja caduca.
Plantar los tubérculos en otoño
Los bulbos (tubérculos) se deben plantar en otoño, mejor en octubre porque la siembra tardía es la causa más común de que se falle con el cultivo de Eranthis hyemalis. Si los tubérculos están arrugados cuando los adquirimos, podemos colocarlos en arena o turba húmeda durante unos días para que se hidraten.
Una vez que están hidratados, los colocamos a 2,5-7,5 centímetros de separación y a 5-7,5 centímetros de profundidad (menos profundos en suelos más pesados). Si preferimos darle un aspecto más natural a la siembra, podemos extenderlos al azar y, después, plantar a una profundidad de 5 centímetros, dejando que se naturalicen.
Las plantas de Eranthis hyemalis toleran la mayoría de los suelos, aunque crece mejor en suelos alcalinos. Prefiere suelos moderadamente fértiles y húmedos, pero bien drenados. Es importante destacar que estas plantas necesitan que la humedad sea constante durante todo el año. Nunca debemos dejar que el suelo se seque.
En buena compañía
Las plantas son de bajo crecimiento y van formando grupos redondeados. Son plantas perfectas para cubrir suelos y funcionan muy bien a lo largo de los senderos, en jardines de rocas, macizos de flores y jardines boscosos.
Si queremos buscar buenos socios para estas plantas, no cabe duda de que las flores de Galanthus nivalis son grandes compañeras para el jardín al final del invierno y durante la primavera.
Pero también son adecuadas para combinar con variedades diminutas de Crocus de floración temprana, como Crocus tommasianus; los iris enanos de floración invernal, como Iris reticulata; Cyclamen, como Cyclamen coum (Violeta persa) y diferentes variedades de Helleborus. Además, el color de sus flores se asocia muy bien con las inflorescencias perfumadas de Hamamelis, por lo que también es una gran idea situarlas cerca de este pequeño árbol de floración invernal.
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