Desde la Alhambra en Granada hasta la High Line en Nueva York, la historiadora de jardines Linda A. Chisholm ha seleccionado 100 jardines notables cuyos perfiles descubren los momentos clave en el diseño de paisajes y jardines. Con ellos recorre la historia del diseño del paisaje, su evolución y el modo en que esta disciplina, que ella eleva a arte, ha dado forma a una cultura determinada. Es la Historia del Diseño del Paisaje en 100 Jardines.
Más que flores
Hoy, una vez más, hablo de jardines y arte. Porque ese es el punto de partida de Linda Chisholm en su libro The History of Landscape Design in -100 Gardens -ha salido hoy a la venta- y así lo deja ver en la introducción, que ha titulado “Más que Flores” porque el valor de un jardín va más a allá de sus flores. Linda Chisholm es profesora de historia del diseño del paisaje en el Jardín Botánico de Nueva York. Argumenta en esa introducción que, puesto que el diseñador de jardines o paisajista tiene que saber manejar y combinar los elementos disponibles de muy diversas maneras para ser capaz de expresar con ello sus ideas, es lógico pensar que está actuando como lo haría un artista. Un arte como el de la pintura, donde los árboles, arbustos, vivaces y gramíneas ornamentales se convierten en el pincel y el óleo; o como el de la música, donde las notas musicales, los instrumentos, la letra y la partitura podrían ser el cristal, el acero, el cemento, la madera y la piedra que utiliza el diseñador de paisajes, como lo son también rocas, agua, esculturas y edificios del jardín.
100 jardines que ilustran momentos históricos
Se entiende que esa forma de mirar el diseño de jardines desde la perspectiva de su aportación cultural es lo que le ha guiado en elección de los 100 jardines más representativos, una selección en la que no ha tenido en cuenta tanto la belleza, que la tienen, sino su capacidad de comunicar e ilustrar momentos en la historia y mostrar cómo las influencias sociales, políticas y económicas acabaron dando forma a los principios del diseño de jardines y paisajes, configurando con ello su evolución (y revolución). Es decir, posiblemente no son los 100 mejores jardines del mundo, pero si son los más importantes desde el punto de vista histórico y cultural. Por eso, en el libro conviven jardines como Chelsea Physic Garden en Londres, un jardín botánico grande en valor pero pequeño en tamaño y poco conocido, con distinguidos jardines históricos como los del Palacio de Versalles.
Lo cierto es que ese recorrido de jardín en jardín, a través de siglos y continentes, se ha hecho teniendo en cuenta especialmente aquellos jardines cuyos estilos han tenido una notoria influencia en el Reino Unido y en Estados Unidos. Una larga lista de jardines sobradamente conocidos, otros no tan conocidos y alguna que otra sorpresa.
Los 100 jardines aparecen cronológicamente, agrupados en 17 secciones, que corresponde a un concepto común a ellos o al periodo histórico y/o cultural en el que se sitúan. Desde los jardines medievales hasta la corriente naturalista. A cada jardín le acompañan fotografías muy ilustrativas que incluyen algunas con detalles curiosos, y un texto no demasiado extenso pero lo suficiente para abordar rasgos relevantes de la historia del jardín desde el punto de vista social, político y artístico.
La historia más reciente, la que aparece en los dos últimos apartados, incluye algunos de esos jardines que ya han subido al podio de los grandes por su capacidad de crear corriente, con un estilo que ha incorporado elementos emergentes que tienen que ver con la vulnerabilidad de la Tierra frente al cambio climático y otros desastres medio ambientales provocados por el hombre. Todos esos factores que hoy en día el buen diseñador de jardines sabe que no puede eludir y debe considerarlos en el diseño y creación de sus proyectos. Lurie Garden en Chicago, High Line en Nueva York o el Jardín de Plantas Nativas de Botánico de Nueva York (al que la autora, lógicamente, dedica un buen espacio), entre otros, son ya jardines históricos por mérito propio.
El libro está dirigido a diseñadores de jardines y arquitectos paisajistas, estudiantes de diseño y entusiastas de la jardinería, todos ellos interesados en la historia del jardín. Es en inglés y bien que lo siento, porque supongo que más de una persona no podrá acceder los textos de un libro realmente interesante, por los jardines que se incluyen en esa selección, las imágenes que los acompañan y el enfoque riguroso pero fresco con el que se plantea la historia de una serie de jardines que han logrado dejar constancia de la época en que nacieron.