Las borduras de herbáceas principales (Main Borders) en RHS Garden Harlow Carr forman una de las vistas icónicas de ese jardín. Largas camas llenas de plantas vivaces en flor y gramíneas ornamentales ofrecen una mezcla de colores y texturas que contrastan con el fondo del bosque, y enmarcan el paseo que conduce hasta las seis columnas dóricas que hay en medio de la arboleda.
RHS Garden Harlow Carr es uno de los 5 jardines de la Royal Horticultural Society (RHS), en el Reino Unido y está ubicado en un encantador valle de North Yorkshire.
No es jardín nuevo en este blog, puesto que ya he publicado otros contenidos sobre los jardines de Harlow Carr, desde los coloridos grupos de prímulas híbridas a principios del verano, y las diferentes especies y variedades de margaritas que son protagonistas en esos jardines durante el otoño, hasta el paseo de invierno que enciende el color del jardín en los días más fríos del año.
Pero hay otro tesoro escondido en Harlow Carr. Se trata de las llamadas Main Borders, es decir, las fronteras principales, esas borduras de herbáceas que destacan en el jardín y que se han mantenido, con ligeros cambios, desde 1950.
El origen de RHS Garden Harlow Carr
El origen de los jardines de Harlow Carr tenemos que buscarlo en la Northern Horticultural Society, fundada en 1946 con el objetivo de evaluar la idoneidad del cultivo de plantas en climas de del norte de Inglaterra.
En 1950, la Sociedad arrendó 10,5 hectáreas de bosques mixtos, pastizales y tierras cultivables en Harlow Hill, Harrogate, y abrió los Jardines Botánicos de Harlow Carr como jardín experimental.
La Northern Horticultural Society se fusionó en 2001 con la Royal Horticultural Society (RHS), ampliando el terreno a 27,5 hectáreas, y convirtiéndose, así, en un jardín botánico de primer nivel en el norte de Inglaterra.
Evolución de las borduras de herbáceas en Harlow Carr
Las primeras imágenes de las borduras de Harlow Carr de la década de 1950 muestran camas paralelas de bordes rectos, que caen por el valle hasta el arroyo.
A lo largo de los años ha habido ligeros cambios, que incluyen un experimento en la década de 1960 para curvar ligeramente las camas y, posteriormente, una revisión importante en 2005 que agregó pirámides de boj (Buxus sempervirens) en topiaria.
El esquema de plantación de las borduras ha evolucionado y ha habido nuevas introducciones, pero el espíritu del esquema se ha mantenido: plantas herbáceas perennes (vivaces) plantadas juntas en grandes bloques complementarios, para evitar cualquier necesidad de replanteo, ya que las plantas se mantienen naturalmente.
Recientemente, el equipo del jardín comenzó a adentrarse profundamente en estas camas, retirando algunas de las plantas más vigorosas, para poder rediseñar, replantar y crear nuevas combinaciones de plantas. Detrás de ese trabajo se encuentra Paul Cook.
Paul Cook y las borduras de herbáceas
Paul Cook, curador de los jardines de Harlow Carr, comenta que su interés en la horticultura comenzó a una edad temprana, cuando plantó una frontera de anuales en el jardín de sus padres.
Tras finalizar sus estudios, consiguió un trabajo como aprendiz de jardinero en Arley Hall and Gardens en Northwich, Cheshire, jardines especialmente conocidos por su doble frontera herbácea. Se formó también en Kew Gardens. Regresó a Arley Hall and Gardens para trabajar como jefe de jardinería durante 10 años y, posteriormente, en Ness Botanic Gardens, cerca de Liverpool. Desde septiembre de 2013, es curador en los jardines de Harlow Carr.
Grandes bloques de plantas vivaces y gramíneas ornamentales
Las borduras principales (Main Borders) de Harlow Carr cuentan con espectaculares derivas de plantas vivaces, gramíneas al más puro estilo de las praderas norteamericanas, bulbos y arbustos. Al inicio del verano, las estrellas son los alliums, creando una bruma blanca y púrpura de pompones de seis variedades de Allium que flotan sobre las fronteras.
En la paleta estival, en ocasiones las plantas más altas son arbustos que forman un colorido telón de fondo a las flores situadas enfrente. En algunas camas se pueden ver, en tonos plateados, Elaeagnus ‘Quicksilver’, que contrastan con las hojas de color púrpura de Sambucus nigraf. porphyrophylla ‘Eva’.
En el número de julio 2023 de la revista de la RHS The Garden, Paul Cook comenta que durante la última década han refinado la plantación seleccionando aquellas plantas que pueden hacer frente al suelo arcilloso pesado de ese jardín, al tiempo que mantienen una estructura elegante de manera confiable desde finales del verano hasta el otoño. Son plantas como Lythrum salicaria ‘Blush’, Agastache ‘Blue Fortune’, Inula racemosa ‘Sonnenspeer’ y Helenium que se balancean y cogen altura sin necesidad de estacas.
La plantación de bloques de color (ver foto de portada) está liderada por las flores anaranjadas de Helenium ‘Waltraut’; monardas en tonos rosas; Symphyotrichum novae–angliae ‘Andenken an Alma Pötschke’, un impresionante aster con flores rosa salmón que florece desde finales del verano; las agujas moradas de Salvia nemorosa ‘Caradonna’ y las esbeltas espigas de Veronicastrum viriginicum ‘Adoration’, cuyas flores ricas en néctar y llenas de polen extienden su temporada desde el verano hasta el otoño.
Plantadas en masa también, más margaritas, como Helenium ‘Rubinzwerg’ y Helenium ‘Waltraut’; Rudbeckia subtomentosa ‘Henry Eilers’ y una planta que adoran las mariposas, Echinacea purpurea ‘Rubinstern’.
Suelen crear impacto floral en primera línea plantas vivaces llenas de color. Así, se puede ver cómo masas de monardas (Monarda ‘Gardenview Scarlet’) acompañadas de Stipa gigantea, contrastan de forma espectacular con cardos yesqueros (Echinops ritro ‘Veitch’s Blue’). Se pueden ver otras monardas de flores rojas, como Monarda ‘Squaw’. No olvidemos que las flores bilabiadas de la monarda o bergamota son una rica fuente de néctar, por lo que atraen a una gran variedad de abejas, mariposas y otros pequeños insectos voladores.
La salvia con flores de color púrpura (Salvia x sylvestris ‘Blauhügel’) suele aparecer en las borduras respaldada por gramíneas, concretamente por la forma vertical de molinia (Molinia caerulea subsp. caerulea ‘Moorflame’).
Otra salvia, Salvia nemorosa ‘Caradonna’, combina a la perfección con Eryngium x zabelii ‘Jos Eijking’, un cardo azul con un nombre imposible, pero que adoran las abejas (y muchos humanos) y aportan estructura. Más alejadas de la primera línea, destacan las flores de color rojo anaranjado de crocosmias (Crocosmia ‘Lucifer’), añadiendo una nota candente.
Lo mejor de todo es que este festín de color, textura y movimiento se prolonga hasta la entrada del otoño, transformándose y renovándose gradualmente, para pasar discreto por el invierno y despertar con buena cara cuando esté bien entrada la primavera.
Fotos: RHS
ROYAL HORTICULTURAL SOCIETY (RHS): QUÉ ES Y QUÉ HACE
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