Si buscamos una planta mediterránea con pocos requerimientos de cultivo, que tolere suelos relativamente pobres, soporte bien la sequía estival y, además, produzca flores durante el verano, Bupleurum fruticosum, y sus vistosas inflorescencias en umbela de color amarillo cremoso en la punta de los tallos, es una firme candidata.
Género Bupleurum
Bupleurum es un género de arbustos, subarbustos y hierbas perennes o anuales de la familia las apiáceas o umbelíferas (Apiaceae, antes clasificada como Umbelliferae), que tienen en común sus características inflorescencias en umbela, como las de la zanahoria silvestre (Daucus carota).
Se trata de uno de los géneros con más especies de la familia, ya que cuenta con 215 especies aceptadas que se distribuyen por todo el hemisferio norte y el sur de África. En la Península Ibérica se han citado 17 especies y 4 subespecies, entre ellas Bupleurum fruticosum.
Bupleurum fruticosum
La distribución natural de Bupleurum fruticosum se localiza en el Mediterráneo oriental y central; y está citada como introducida en Gran Bretaña y Crimea. Se encuentra dispersa por buena parte de la Península Ibérica –es más rara su presencia en el oeste–, donde crece en zonas de bosque y matorral mediterráneos, borde de arroyos y taludes en todo tipo de sustratos.
Es un arbusto de hoja perenne que desarrolla tallos erectos y ramificados, y que en su hábitat natural rara vez supera los 2 metros de altura y 1 metro de extensión.
Sus hojas, gruesas y coriáceas –semejantes a las de la adelfa (Nerium oleander)– son de color verde azulado y están cubiertas con una cutícula brillante que le permite reducir la pérdida de agua por evaporación.
Pero si hay algo que agradecer especialmente a esta planta, es que produce unas vistosas inflorescencias en umbela de pequeñas flores de color amarillo cremoso en las puntas de las ramas, y lo mejor de todo es que lo hace en pleno verano (de junio a agosto), cuando las plantas mediterráneas se encuentran en pleno reposo para defenderse de los rigores del calor y la sequía.
Cultivo de Bupleurum fruticosum en el jardín
Muy fácil de cultivar, Bupleurum fruticosum es uno de los pocos arbustos capaces de prosperar en condiciones de suelo y clima particularmente difíciles.
Es indiferente al tipo de sustrato (prospera en suelo calcáreo o silíceo) y al pH de suelo. Crece en terrenos arenosos o pedregosos; y puede soportar suelos pobres y secos. Florece al sol, pero también lo puede hacer a la sombra, y soporta el rocío marino.
Su rusticidad es alta, pudiendo resistir temperaturas mínimas de -12 a -15ºC. En cuanto a la tolerancia a la sequía, su código es 5, lo que significa que estas plantas prosperan en regiones donde la sequía estival dura de cinco a seis meses (por ejemplo, en Atenas).
No se le puede pedir más este arbusto mediterráneo, digo yo. Eso sí, no hay que olvidar que, si queremos cultivar Bupleurum fruticosum en el jardín, hay que hacerlo en un suelo bien drenado, ya que es sensible a la asfixia radicular.
Es bueno saber también que Bupleurum fruticosum es un arbusto de crecimiento rápido y de vida útil bastante corta. Claro que, si el clima donde la cultivamos es favorable, se resiembra espontáneamente asegurando con ello la presencia en el jardín.
Admite bien la poda, siempre que no sea demasiado severa. En cualquier caso, no se tiene que podar durante el verano, época en la que la planta se encuentra en reposo vegetativo. En realidad, lo ideal es mantener las cabezas de semillas en otoño, aportando un plus al valor ornamental del jardín en esa época del año y un interesante beneficio para la fauna silvestre.
Se reproduce por semilla fresca en otoño, sembrándola inmediatamente después de recolectarla.
Usos en el jardín
Bupleurum fruticosum es una planta muy adecuada para jardinería de bajo mantenimiento en zonas secas, soleadas o a media sombra. Prospera bien en una situación expuesta, incluso en la costa, por lo que se puede cultivar con éxito en jardines costeros.
Admite uso aislado, pero también se suele utilizar para la formación de setos o medianas, así como en agrupaciones arbustivas.
Es perfecta para jardines con plantación mediterránea de estilo naturalista y en jardines silvestres. Además, es una planta de semilla muy eficaz para revegetación de laderas y áreas degradadas.
En el libro El jardín sin riego, Olivier Filippi comenta que, al resembrase de forma natural, suelen dejar que las plantas jóvenes de este arbusto crezcan allí donde han decidido hacerlo. De este modo, permiten que los parterres evolucionen de forma natural, lo que a menudo les ha llevado a asociaciones de plantas interesantes e inesperadas. Una de las combinaciones que destacan es la de las flores azules de Perovskia (ahora Salvia Yangii) durante el verano, que perduran durante los largos meses de sequía junto a las flores amarillas de Bupleurum fruticosum.
También con flores azules en verano, Vitex agnus-castus puede convertirse en una buena compañera de viaje en el jardín.
Una de las combinaciones con Bupleurum fruticosum creadas en el jardín seco experimental y vivero de Clara y Olivier Filippi en Francia incluyen dos cultivares de lavanda, uno con flores azules (Lavandula x intermedia ‘Hidcote Giant’) y otro con flores blancas (Lavandula x intermedia ‘Alba’), una milenrama de flores amarillas (Achillea clypeolata) y un cultivar de adelfa de flores blancas (Nerium oleander ‘Angiolo Pucci’)
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