Volvemos a Mallorca y, de nuevo, nos olvidamos de la playa. Es una disculpa para recordaros algunos de los sitios que merece la pena visitar cuando viajamos a la Isla, entre ellos, como no, Valldemosa y, de momento un buen plan sería pasear por sus calles empinadas, estrechas, empedradas, onduladas… y, por supuesto, por sus calles floridas y llenas de macetas.
Para quienes no conozcan Mallorca, Valldemosa se sitúa al oeste de la isla y al norte de su capital, Palma. Tiene el privilegio de estar rodeado de la Sierra de Tramontana y es probablemente el pueblo más bonito de los que salpican las islas del Mediterráneo.
Su atracción principal es la Cartuja de Valldemosa y el recuerdo de la estancia de Chopin y George Sand de su estancia en ella durante el invierno de 1838-39.
Pero hoy quería hacer un homenaje a sus calles floridas, como hice en su día al hablar de Spello – si no lo habéis visto os recomiendo que echéis un vistazo: Las calles floridas de Spello.
Además de recorrer sus calles, os recuerdo que también tenéis lugares como el Jardín Botánico de Soller, muy cerca de Valldemosa, y otros jardines en Mallorca que bien merecen una visita, aunque sea virtual: Los Jardines de Alfabia, El Jardín de la Granja o los Jardines de S’hortdel Rey.
Los créditos de las imágenes están en el tablero de Pinterest: Las calles floridas de Valldemosa que he creado para subir más fotos de este delicioso pueblo de Mallorca a medida que vaya caminando por ellas a través de Internet.