Mitad fortaleza medieval del siglo XII, mitad palacio neogótico del siglo XIX, este conjunto arquitectónico está formado por dos torres unidas por un edificio habitable y un patio de armas, rodeados por una doble muralla. Un patrimonio fortificado que ha vivido épocas de grandeza, pero también de ruina, y a lo largo de su historia fue testigo de batallas y luchas de poder entre familias nobles. La finca comprende 25 hectáreas de terreno que se fueron destinando a muy diversos usos a lo largo de su historia.
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Castillo de Soutomaior | Foto: Turismo Rías Baixas |
El castillo de Soutomaior fue un punto clave en el control de las comunicaciones entre el suroeste y el centro de Galicia. Tras sus muros habitó Pedro Álvarez de Soutomaior, apodado Pedro Madruga, considerado el personaje más conocido de quienes ocuparon la fortaleza, y que realizó una importante reconstrucción del castillo tras los daños causados por la revuelta Irmandiña.
Ya en el siglo XVIII pasó a manos de Benito Fernando Correa y en el XIX su propietario pasó a ser el marqués de la Vega de Armijo, momento en que tuvo lugar un cambio clave en la arquitectura con la construcción de la “Galería de Damas” y la transformación del castillo en un palacio neogótico que disfrutaría la familia como residencia de verano. Los marqueses también hicieron un gran esfuerzo por embellecer el entorno abriendo caminos, limpiando el bosque y trazando los jardines, dando lugar al origen del parque botánico que se conoce hoy en día.
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Foto: Castelo de Soutomaior |
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Foto: National Geographic |
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Foto: Castelo de Soutomaior |
En ese castillo que ellos reformaron nació su sobrina, María Vinyals, que heredó la finca a la muerte del marqués y en 1910 se trasladó con su marido, el doctor cubano Enrique Lluria, que montó un moderno complejo hospitalario en el castillo. Todas las referencias históricas apuntan a que María Vinyals, socialista, feminista y escritora que no abandonó la vida intelectual en una época en la que las mujeres estaban condenadas a un papel de sumisión, fue quien marcó un hito en el castillo. Los problemas económicos del matrimonio les impidieron seguir con el castillo y la fortaleza, que salió a subasta en 1917. Tras varias operaciones de venta y décadas de deterioro progresivo, en 1982 lo adquiere la Diputación de Pontevedra, que llevó a cabo una gran rehabilitación y abrió el jardín al público para que todas las personas pudiesen disfrutar de su riqueza botánica.
El parque botánico y el jardín de camelias
El diseño actual de los jardines y del parque botánico tiene su origen en 1870, cuando el marqués de La Vega de Armijo se instaló en el edificio e inició un proceso de remodelación para convertir los antiguos campos de maíz en el jardín que conocemos hoy.
El castillo de Soutomaior conserva un gran legado de historia, pero también de naturaleza. Ese patrimonio natural lo integran más de 400 ejemplares de Camellia de 22 especies, 18 de ellos centenarios. Destaca una camelia monumental conformada por 18 troncos y una gran colección de Camellia japónica y C. reticulata que florecen en invierno. El resto del año se pueden admirar flores de especies poco comunes y desconocidas.
Los inicios de esta colección se remontan al año 1982, cuando la Diputación de Pontevedra adquirió el castillo de Soutomaior. En aquel momento, en el jardín estaban ya presentes 19 ejemplares de camelia. Las de la especie Camellia japonica destacan por ser de las más antiguas de la comunidad y muchas de ellas corresponden a las primeras plantas de esta especie que se plantaron en España.
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Foto: Castelo de Soutomaior |
La colección se fue ampliando con el paso de los años. La Estación Fitopatolóxica do Areeiro empleó material vegetal obtenido de otros jardines y pazos gallegos, pero también se nutrió de donaciones particulares y de material vegetal de viveros de España y de otros países.
En el año 2011, en el jardín convivían, junto con otros híbridos, 22 especies de camelias: Camellia japonica, C. sasanqua, C. reticulata, C. amplexicaulis, C. changii, C. chrysanthoides, C. flava, C. fluviatilis, C. grantamiana, C. grijsii, C. kagirohi, C. longicapra, C. nitidissima, C. maliflora, C. oleifera, C. rosaeflora, C. saluenensis, C. sinensis, C. taliensis, C. transnokoensis, C. tunghinensis, C. vernalis y C. wabisuke.
Hoy en día, el jardín forma parte de la Ruta de la Camelia, de la Sociedad Española de la Camelia y, desde 2012, está reconocido como Jardín de Excelencia Internacional por la Sociedad Internacional de la Camelia, siendo el primer jardín de España y el séptimo de Europa en obtener dicho reconocimiento.
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Foto: Castelo de Soutomaior |
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Camellia japonica ‘Alba Plena’ | Foto: Castelo de Soutomaior |
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Foto: Castelo de Soutomaior |
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Foto: Castelo de Soutomaior |
Las camelias conviven con numerosas especies arbóreas autóctonas, pero también con árboles procedentes de los cinco continentes, que se han adaptado al clima de las Rías Bajas y conviven con la flora y la fauna autóctonas. Ejemplares de araucaria, secuoya, pinsapo, ciprés de los pantanos y ciprés de Monterrey son solo algunas de las especies que forman parte de este paisaje histórico, un patrimonio arbóreo donde prosperan ejemplares que destacan por sus grandes dimensiones, otros por su edad, originalidad o belleza, pero hay tres que sobresalen especialmente y se han ganado un hueco en el Catálogo gallego de árboles singulares de la Xunta de Galicia: una gran araucaria (Araucaria araucana) de aproximadamente 25 metros de altura; una Cryptomeria japonica de aproximadamente 30 metros de altura, que llama la atención por la base de su tronco, totalmente hueca y un impresionante ejemplar de Sequoia sempervirens, con 41 metros de alto y 9,5 metros de perímetro.
La Diputación de Pontevedra también se ha ocupado de salvaguardar el patrimonio agroforestal, y recuperar un legado que forma parte no sólo del paisaje, sino también de la historia y gastronomía de la comarca. Desde 1982, se ha encargado de conservar y ampliar el parque, y de recuperar especies autóctonas, incluso, se plantó un viñedo y crearon un bosque en zonas que anteriormente estaban ocupadas por eucaliptos.
Camelias con nombre de mujer
La Diputación de Pontevedra creó en marzo de 2020 el llamado ‘Jardín de las camelias con nombre de mujer’ para honrar y visibilizar a mujeres ilustres en la historia, la ciencia, el arte y la sociedad vinculadas de algún modo a la provincia. Son variedades de Camellia que se registran en la International Camellia Register tras una década de trabajo en La Estación Fitopatolóxica do Areeiro. Una vez registrada, se conserva una planta de seguridad de cada cultivar en las instalaciones de la Diputación y la otra de la que se dispone es la que se puede ver en los jardines del castillo de Soutomaior.
El proyecto se puso en marcha con la plantación del primer ejemplar de Camellia japonica ‘Maria Vinyals’, variedad que se originó a partir de una semilla de Camellia japonica ‘Berenice Boddy’ y dedicada, como no podía ser de otra forma, a esa escritora y pionera del feminismo en España nacida en el castillo de Soutomaior.
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Camellia japonica ‘Maria Vinyals’ | Foto: Castelo de Soutomaior |
Esa camelia ahora comparte espacio con otras siete variedades de camelia con nombre de mujer, como el de la novelista y poeta gallega Rosalía de Castro (1837-1885), considerada entre los grandes poetas de la literatura española del siglo XIX (Camellia reticulata híbrida ‘Rosalía de Castro’). Le siguió el cultivar nombrado en honor a Agustina Carolina Otero Iglesias (1868-1965), nacida en Valga y conocida como Carolina Otero o La Bella Otero, una de las figuras más destacadas de la Belle Époque en los círculos artísticos y en la vida cortesana de París (Camellia japonica ‘Bella Otero’). Después vino el cultivar dedicado a Joana Enriqueta Lehmann Andresen (1861-1938), escultora y apasionada de la floricultura que en 1895 adquirió la Quinta do Campo Alegre, que actualmente alberga el Jardín Botánico de Porto (Camellia japonica ‘Dona Jane Andresen’).
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Camellia reticulata híbrida ‘Rosalía de Castro’ | Foto: Castelo de Soutomaior |
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Camellia japonica ‘Bella Otero’ | Foto: Castelo de Soutomaior |
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Camellia japonica ‘Dona Jane Andresen’ | Foto: Castelo de Soutomaior |
El siguiente cultivar de camelia con nombre de mujer que plantaron rinde homenaje a la activista y escritora liberal Juana de la Vega, condesa de Espoz y Mina (1805-1872), que destacó por su gran labor social y cultural, ayudando a las niñas y niños del campo gallego a salir de la pobreza a través de la educación y contribuyendo al desarrollo del medio rural de Galicia. Legó gran parte de su propiedad para crear la Fundación Juana de Vega que hoy sigue trabajando para mantener su legado. (Camellia híbrida ‘Juana de Vega’, obtenida del cruce C. oleifera ‘Jaune’ x C. sasanqua).
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Camellia híbrida ‘Juana de Vega’ | Foto: Castelo de Soutomaior |
Una de las últimas camelias en incorporarse a ese jardín rinde homenaje a la pedagoga y música nacida en Vigo en 1902, Sofía Novoa (Camellia japonica ‘Sofía Novoa’). Por supuesto, no podía faltar el merecido homenaje a la escritora coruñesa precursora del feminismo y una de las figuras más importantes de la literatura española de la segunda mitad del siglo XIX, Emilia Pardo Bazán (1851-1921), que también ha sido honrada con un cultivar de camelia (Camellia japonica ‘Emilia Pardo Bazán’). Más recientemente, en junio de 2021, se plantó la camelia nombrada en honor a la doctora Jimena Fernández de la Vega (1895-1984), que fue, junto a su hermana gemela, Elisa, la primera mujer en licenciarse en Medicina por la Universidad de Santiago, obteniendo también el Premio Extraordinario en 1919 (Camellia japonica ‘Jimena Fernández de la Vega’).
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Camellia japonica ‘Sofía Novoa’| Foto: Castelo de Soutomaior |
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Camellia japonica ‘Emilia Pardo Bazán’ | Foto: Castelo de Soutomaior |
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Camellia japonica ‘Jimena Fernández de la Vega’ | Foto: Castelo de Soutomaior |
En el parque botánico de Soutomaior ya florecen las camelias más tempranas, como Camellia sasanqua, cuyo color y aroma armonizan con la belleza que ofrecen en otoño los árboles caducifolios. Una fiesta, la de las camelias, que está a punto de comenzar con las variedades de floración invernal. Ya vendrá después la primavera.