Celtica gigantea (sin. Stipa gigantea) es una gramínea robusta y con gran valor ornamental. Una especie ibérica especialmente recomendada para su uso en jardín de grava y jardín seco, en combinación con otras plantas tolerantes a la sequía de floración estival.
Celtica gigantea (sin. Stipa gigantea)
La mayoría conocemos a esta gramínea ornamental como Stipa gigantea, eso es así. De hecho, se sigue identificando de este modo en todos los jardines y viveros de Europa. Sin embargo, parece ser que los cambios taxonómicos (y turbulentos…) realizados dentro del género Stipa han afectado a esta especie, un endemismo ibérico que ahora pertenece al género monotípico Celtica y, por lo tanto, su nombre botánico ha pasado a ser Celtica gigantea (el nombre es bonito, la verdad).
Es algo parecido a lo que sucedió con la popular atocha o Stipa tenacissima, que ahora pertenece a género Macrochloa y se identifica como Macrochloa tenacissima. (este nombre botánico es más complicado de pronunciar, todo hay que decirlo).
Celtica gigantea (sin. Stipa gigantea) o berceo (entre otros muchos nombres vernáculos) es una planta herbácea perenne, cespitosa, de la familia de las gramíneas (Poaceae), que crece en zonas secas de encinas en el interior de la península ibérica, sobre suelos arenosos silíceos (ácidos), y en Marruecos.
Forma matas de follaje arqueado de color verde azulado, de las que brota un enorme manojo de largos tallos con panículas de flores de aspecto vaporoso y brillante, parecidas a las de la avena, pudiendo llegar a alcanzar una altura de hasta 2,5 metros cuando está en flor.
Cuando las flores maduran, se separan para crear una amplia forma de fuente que casi oculta la planta. Florece desde mayo hasta septiembre.
Celtica gigantea (sin. Stipa gigantea) en el jardín
Aunque en su hábitat natural crece en terrenos silíceos (ácidos) y, por lo tanto, es ese tipo de suelo el que prefiere para su cultivo, es bueno saber que Stipa gigantea (me vais a permitir que hoy continúe refiriéndome a ella con ese nombre botánico) puede vivir también en terrenos calizos. Se debe plantar a pleno sol o sombra parcial, en suelo con humedad baja o mediana, bien drenado.
Stipa gigantea es una gramínea ornamental de hoja perenne, por lo que conviene peinar o rastrillar las hojas secas y flores marchitas en primavera. Si es necesario, se pueden cortar hasta la mitad en cualquier momento en primavera y hasta el comienzo del verano.
Es una planta muy rústica, que tolera veranos con altas temperaturas y fuerte sequía (Código de resistencia a la sequía 5) y resiste bien el frío (-12,2 a -6,7º C). Además, es poco sensible a plagas y enfermedades.
Una de las ventajas de esta gramínea es que, cuando las cabezas de semillas se secan naturalmente en la planta, persisten hasta principios del invierno, convirtiéndose en una interesante característica arquitectónica de gran valor ornamental, especialmente cuando se perfilan las heladas de otoño.
Como sucede con otras gramíneas ibéricas, como Stipa tenacissima (Ahora Macrochloa tenacissima), Stipa gigantea puede ser una buena alternativa a la hierba de la pampa (Cortadeira selloana) y a otras gramíneas ornamentales consideradas invasoras en nuestro país.
Es perfecta para incorporar a una bordura de herbáceas, en jardines de grava y, por supuesto, en jardines sin riego (jardín seco). Adoro esta gramínea ornamental.
Fotos: Clive Nichols, Beth Chatto Plants and Gardens y RHS
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