Combinar diferentes plantas bulbosas que florecen en primavera para prolongar el período de floración en el jardín

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Los bulbos de flor de primavera traen color al jardín mientras el resto de las plantas aún están dormidas, porque algunas especies ya descubren sus flores a finales de enero. Pero en ese grupo de plantas bulbosas, también hay especies que suelen florecer a finales de la primavera, incluso a principios del verano. Si sabemos jugar con la estacionalidad de los bulbos de flor de primavera, es posible que consigamos una sucesiva floración en el jardín, patio, terraza o balcón desde enero hasta julio.

Al hablar de bulbos de flor primaverales, es decir, los bulbos, cormos y rizomas que se plantan en otoño y florecen en primavera, solemos pensar en los más conocidos, como los tulipanes (Tulipa), narcisos (Narcissus), crocos (Crocus) y jacintos (Hyacinthus). Pero hay más donde elegir, como, entre otras plantas bulbosas, los jacintos de uva (Muscari), tableros de damas (Fritillaria), campanillas de invierno (Galanthus) y, al final de la primavera, la gran variedad que ofrecen las diferentes especies de cebollas ornamentales (Allium).

plantas bulbosas que se plantan en otoño y florecen en primavera

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Si queremos que la floración de cada uno de ellos se suceda en nuestro jardín, patio, balcón o terraza, solo tenemos que tener en cuenta el calendario que nos guía por los distintos periodos de floración –o el que se indica en el embalaje porque algunas especies cuentan con variedades tempranas y tardías– y escoger la combinación correcta de bulbos, cormos o rizomas, que plantaremos en otoño, procurando que estén enterrados antes de las primeras heladas.

Una combinación siguiendo ese criterio podría ser, por ejemplo, campanillas de invierno (florecen en enero), crocos (florecen en febrero), narcisos (florece en marzo), jacintos de uva (florecen en abril), tulipán de floración semi temprana (florecen de mediados de abril a mediados de mayo) y cebolla ornamental (florecen a finales de mayo y principios de junio).

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También es interesante tener en cuenta en esa combinación si los bulbos que queremos agrupar prefieren estar parcial o completamente al sol para florecer adecuadamente.

Ya he comentado en su momento que los bulbos de flor de primavera necesitan pasar frío para poder crecer y florecer bien. Pero, además de ese requisito, es necesario seguir algunas pautas a la hora de cultivar este grupo de plantas.

Podemos cavar un hoyo para enterrar en él un grupo grande de bulbos; u hoyos individuales para cada bulbo de flor. No obstante, es recomendable esparcir los bulbos al azar y enterrarlos allí donde hayan caído. Con ello lograremos crear un efecto más naturalista.
A la hora de plantar, la regla de oro es: planta el bulbo a una profundidad tres veces mayor que su propio tamaño.
Los bulbos de flor crecen en casi todo tipos de suelos, siempre y cuando no sean demasiado húmedos. Intenta, por eso, evitar lugares en donde se quede estancada agua.
El bulbo debemos colocarlo en la tierra con la punta hacia arriba. Los bulbos de flor grandes prefieren tener una distancia de siete a veinte centímetros entre ellos, y los bulbos pequeños, entre de tres y siete centímetros.
Cubrimos los bulbos de flor con tierra y regamos si la tierra está seca.

Ver más detalles en este enlace: ► Plantar bulbos de flor en otoño, los heraldos de la primavera

Si no tienes jardín, pero dispones de un pequeño espacio donde cultivarlos, ya sea en un patio, una terraza o, incluso, en un balcón, puedes hacer una plantación “lasaña” enterrando los bulbos en capas en una maceta o contenedor.

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Ver más detalles en estos enlaces:

► Cultivar bulbos de flor de primavera en maceta: inspiración y éxito

► Lasaña de bulbos de flor de primavera

Los bulbos de floración tardía se colocan en la capa base, los bulbos de floración temprana, en la superior. Al plantar los bulbos en capas y en el orden correcto, los primeros en salir de la tierra son los de floración temprana y, después, florecen los más tardíos.

Aunque aún estamos a tiempo de comprar los bulbos de flor de primavera, hay que tener en cuenta que es posible que algunas variedades ya no estén disponibles, ya que se suelen empezar a vender en agosto, por lo que tal vez ahora no podamos ser tan exigentes como quisiéramos, pero siempre habrá un buen número para poder hacer una exitosa combinación que nos de un toque de color a lo largo de los seis primeros meses del año. Eso sí, hay que decidirse cuanto antes, aunque vayamos a plantarlos más tarde.