Al observar sus cuadros, resulta difícil pensar que se trata de pinturas y no de fotografías. Pero en realidad es así. John N. Pearce pinta, desde la observación directa, primeros planos de comunidades de plantas que captura en rincones desatendidos de jardines urbanos de Londres o en áreas silvestres del campo.
John N. Pearce
John N. Pearce a menudo dibuja y pinta retratos, pero también tiene una importante serie de pinturas al aire libre, en las que representa desde la observación directa y con un realismo extraordinario la vegetación en algunos jardines urbanos asilvestrados de Londres o en inspiradores rincones del campo. Un trabajo en el que pretende rendir homenaje tanto a la belleza como a la esencia de las plantas.
Estudió pintura en Hornsey Art College de 1959 a 1964. Al finalizar sus estudios, trabajó predominantemente a partir de la observación directa. Aunque vivía en Londres, a John N. Pearce le atraían los entornos naturales y solía buscar inspiración en las plantas que descubría en algunos jardines urbanos asilvestrados y en el campo, con una interesante serie que realizó durante su estancia en Normandía.
“Aunque mi representación de la naturaleza podría calificarse de ‘realista’, el tipo de composición que prefiero es definitivamente poscubista”. En 1974 y 1975 realizó una serie de pinturas de gran formato en entornos rurales, quizás en busca de temas que ya parecían algo abstractos, reconoce el propio artista. Al parecer, esa experiencia le hizo sentirse cada vez más fascinado por la hierba alta y la interacción de la luz con el follaje.
Sus pinturas al aire libre han llegado a identificarse como ‘paisajes de plantas’ en lugar de ‘paisajes’, ya que son primeros planos de comunidades de plantas, generalmente en los márgenes de cultivos y áreas silvestres.
En esa observación directa, el artista se toma su tiempo, porque la idea es que el lienzo incorpore los cambios estacionales en esa vegetación. Cuando digo tiempo, es mucho tiempo, me refiero a que ese proceso le lleva varios meses, lo que le obliga a colocar un toldo transparente que le permite trabajar en diferentes condiciones climáticas, aprovechando incluso la claridad peculiar de la luz de la lluvia.
“Comienzo pintando lo que veo en la distancia, luego trabajo gradualmente hacia el primer plano, pintando capas superpuestas de vegetación. Mi pintura corre paralela a los cambios en la naturaleza y representa tanto el tiempo como el espacio”.
Paisajes de plantas de Londres
Las pinturas que muestro aquí (excepto la de la portada) fueron realizadas por John N. Pearce en un gran jardín parcialmente salvaje, que pertenece a su amiga y colega Jackie Baker. Ese jardín limita con el Alexandra Park, situado en el norte de Londres. Allí capturó esas hierbas altas que tanto le cautivan y alguna que otra flor. Es increíble la forma en que sus pinturas tienen la fuerza de transportarte hasta esos rincones mágicos, aparentemente abandonados pero llenos de vida. Definitivamente, me ha seducido la vegetación y, también, por supuesto, sus pinturas.
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