Casi todos los jardines hay que visitarlos una y otra vez, porque cambian de un día para otro, de la mañana a la noche e, incluso, en cuestión de minutos.
La luz y la estación del año. Las hojas caídas. Las flores o su ausencia; los colores; el aroma, ¿Sigo? Es la tercera vez que “visitamos” Dumbarton Oaks en este blog y lo haremos para disfrutar de algunas escenas de otoño.
Dumbarton Oaks, Noviembre 2015
Ese paseo será a través de la mirada de Karl Gercens, que amablemente nos ha cedido las fotos realizadas hace apenas unos días. Comenta, por ejemplo, que era un placer contemplar ese contraste que ofrece el follaje verde de musas y colocasias junto a la piscina, mientras los bordes son marcados delicadamente por flores de otoño.
También destaca elementos, como la pileta de agua para pájaros que se presenta como centro focal, mientras los pabellones del jardín fijan los bordes. Por supuesto, hay una buena representación de la floración otoñal, servida por partida doble y donde no faltan asters, crisantemos y salvia.
Dumbarton Oaks (Georgetown, Washington es un jardín diseñado por la arquitecta-paisajista Beatrix Farrand (1872-1959) y está considerado como su obra maestra; un trabajo complejo en el que tuvo que estudiar exhaustivamente la topografía del lugar para adaptarse a ese terreno, en lugar de modificarlo.
Es importante destacar que Beatrix Farrand implementó un rasgo distintivo de la arquitectura paisajista moderna: la demarcación de los diversos espacios a través de diferentes plantaciones, definidas por áreas de vegetación diversas, que marcan claramente la transición de un lugar a otro dentro del jardín.
En la actualidad, el jardín pertenece, junto con la mansión y otros elementos, a la Universidad de Harvard.
Fotos: Karl Gercens