A más de uno le invadirá cierta nostalgia cuando diga que esta casa de campo del siglo XVII perteneció, en la década de los 50 del pasado siglo, a la célebre escritora de libros de aventuras infantiles Enid Blyton. Nunca llegó a vivir en ella, pero se cree que le sirvió de inspiración para uno de sus novelas: Los Cinco van a a la Granja Finniston (Five Go to Finniston Farm).
Está ubicada en Stourton Caundle, en el norte de Dorset, Reino Unido, con veranos cálidos e inviernos suaves. En 1960 la finca, Manor Farm, que entonces apenas tenía construido el jardín, fue vendida a Oliver Simon.
Poco a poco Oliver y, posteriormente, su esposa Sue fueron diseñando y creando su cottage garden que hoy, treinta años más tarde, es un jardín perfectamente consolidado con árboles que han alcanzado la madurez.
El jardín principal se encuentra en un nivel más alto. La entrada conduce a una pérgola cubierta de trepadoras. Estanques, grandes líneas de herbáceas y, entre sus plantas favoritas, alliums, viburnum opulus ‘Roseum’ y sus maravillosas flores de pompón, Centaurea montana, Iris sibirica entre las borduras de herbáceas , Clematis montana, Viburnum plicatum ‘Grandiflorum’marcando los caminos, Hostas, Philadelphus coronarius ‘Aureus’ y Phlomis fruticosa. También eligieron Aquilegias, Euonymus, Buxus sepervirenso geranium.
Todo compartiendo espacio con el jardín de vegetalesque han ido cultivando. El resultado, un cierto aire de caos que forma parte del encanto de este jardín sin definir del todo y que responde a los deseos de sus propietarios. Como casi todos los jardines creados sin reglas, es un jardín para soñar, pero con los pies bien ‘plantados’ en la tierra.
Fuente e imágenes: Gardens Illustrated Magazine | May 2013