Llega el otoño, aquí parece que llega, pero no sé si fiarme mucho. Por si acaso, he salido a dar un paseo en busca de colores de otoño y, en un descuido (…), acabé muy cerca de Mount Vernon, una ciudad ubicada en el condado de Skagit, en el estado estadounidense de Washington.
Allí encontré un mundo de calabazas. Exploré las diferentes variedades y me empaché de colores de otoño. Todo gracias a las imágenes de una granja productora de calabazas y otras frutas.
Me encontré, por ejemplo, con ese grupo popular de calabazas que se asocian a la temporada de otoño y, muy especialmente, a Halloween. Son calabazas de colores intensos, grandes o pequeños, habitualmente con nervaduras, largos mangos, que son perfectas para tallar, tanto diseños simples como algo más complejos. Este grupo incluye las variedades FieldTrax Field; Howden y Phat Jack.
Resulta inevitable mencionar el Jack-o’-lantern (linterna de Jack en inglés), esa calabaza tallada a mano que se asocia a la festividad de Halloween. Según nos cuentan en Wikipedia, toma su nombre del fenómeno natural conocido como fuego fatuo (will-o’-the-wisp en inglés). Para hacer un Jack-o’-lantern generalmente se coge una calabaza, se le quita la parte superior a modo de tapa, y luego se extrae la pulpa de su interior; sobre la superficie exterior se talla una imagen, generalmente un rostro monstruoso. Durante la noche se coloca una vela encendida en su interior para crear un efecto luminoso. El término Jack-o’-lantern no es muy común fuera de Irlanda, aunque sí lo es la práctica de tallar calabazas para Halloween.
También está el grupo de calabazas que se acabarán convirtiendo en ese ingrediente ideal para crear un gran pastel; cualquier guiso que requiera ese contenido o una rica calabaza asada, sin más. Son variedades también bonitas y aptas para su decoración en la temporada de otoño. Aquí destacan variedades como Buckskin y New England Pie.
Existe también un grupo que reúne calabazas de formas, tamaños, colores y usos culinarios muy diversos. En este grupo se incluyen las variedades Baby Bear; Baby Boo: Cotton Candy: Jack Be Little; Jack Be Quick y Lumina.
Variedades que tienen un largo recorrido. Algunas se cultivan desde 1824, como la que tiene forma de rueda de queso. Suelen variar en colores que van del rojo vibrante al sutil gris azulado, pasando por tonalidades más cremosas.
Por último, estaría ese grupo de calabazas de formas inusuales, tan deseada para composiciones decorativas de otoño. De este grupo se suelen utilizar mucho las cáscaras para crear diferentes objetos, más o menos útiles, pero que suelen llenar de encanto el jardín, tales como casas de pájaros. Las variedades más pequeñas llegan a tener colores y formas realmente sorprendentes.
En fin, que llega el otoño de verdad y ahora empezaremos a ver calabazas por todas partes. Cuando una tendencia se instala con determinación, no hay fuerza suficiente que logre desplazarla. Nos guste o no, llegaron las calabazas para cocinarlas o colorear aún más el otoño.
FOTOS VIA Gordon Skagit Farms