Diréis que soy un poco exagerada, pero todos sabemos que el tiempo corre, qué digo corre, ¡vuela!. En unos días la imágenes de Halloween invadirán nuestro entorno y eso será sólo el escopetazo de salida para las comerciales fiestas de Navidad. De ahí a la cuesta de enero quedarán unos cuantos atracones de comida, regalos, estrés, vuelta a casa y demás rituales propios de esas fechas. Después, ¿qué es lo viene después?. Está claro, la temida cuesta de enero. No digo nada más, que todos sabemos en qué consiste.
Este año nos preparamos con antelación y vamos cogiendo carrerilla, porque cuesta más empinada que la que tenemos ahora, no creo que tengamos en enero, digo yo. ¿Queréis pintar esa pendiente? ¿Qué os parece si, de momento, hacemos más lúdica y soñadora la cuesta de octubre? Podemos buscar escaleras sugerentes e inspiradoras, para suavizar esa subida al mundo real. Estas que os muestro hoy serían una buena opción. Calzado cómodo y arriba todo el mundo, que vamos a pisar con garbo.
¿Cansados?
pues aún hay más…
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