Filipendula es un género de plantas herbáceas perennes vigorosas y fáciles de cultivar, a veces conocidas como reinas de los prados o de las praderas, que resultan ideales para áreas húmedas y pantanosas del jardín. Su gran valor ornamental se descubre en verano, cuando producen racimos con masas de diminutas flores plumosas de color blanco, crema o rosado, dependiendo de la especie, que suponen una excelente adición a los esquemas de plantación de estilo silvestre y naturalista.
Filipendula, plantas vivaces en suelos húmedos
El género Filipendula lo integran 13 especies aceptadas de plantas herbáceas perennes rizomatosas de la familia de las rosas (Rosaceae). El nombre del género proviene del latín filum (hilo) y pendulus (colgando) en referencia a los tubérculos que cuelgan de las raíces.
Su área de distribución nativa se encuentra en la zona templada del hemisferio norte y el noroeste de África. Allí, estas plantas vivaces suelen crecer en bordes de ríos, arroyos, acequias, etc.; y en prados con suelos húmedos, incluso en áreas de suelos encharcados. En la Península Ibérica crecen dos especies de Filipendula: F. vulgaris, presente en toda la península, excepto en el suroeste, sureste y Baleares; y F. ulmaria, presente en la mitad norte.
Vistoso follaje y racimos de flores plumosas
Con follaje vistoso y caducifolio, las magníficas hojas de las filipéndulas son pinnadas divididas, siendo las superiores mucho más grandes y oscuras que las inferiores. La altura de las plantas de Filipendula depende de cada especie, pudiendo oscilar entre los 80 centímetros de F. purpurea y los 250 cm de la gigante F. camtschatica.
La floración se da entre junio y agosto, período en el que producen masas de diminutas flores plumosas dispuestas en racimos frontales de forma irregular, y que nacen en tallos frondosos muy por encima del follaje. Esos penachos de flores pueden ser de color blanco, crema o rosado, dependiendo de la especie.
Plantas vigorosas y fáciles de cultivar
Las plantas de Filipendula son vigorosas y fáciles de cultivar. Aunque requieren mucha humedad y son ideales para crecer en un jardín pantanoso, también se pueden incorporar a una bordura o macizo de herbáceas normal, siempre y cuando se tenga en cuenta que todas las especies prosperan en suelos fértiles, ricos en humus y que retienen la humedad.
Se pueden cultivar a pleno sol o sombra parcial, y pueden llegar a prosperar en sombra total, incluso algunas especies solo crecen cuando están situadas en sombra.
Es importante incorporar mucha materia orgánica en el suelo durante la plantación, como lo es también mantener la tierra húmeda, especialmente durante el clima seco. Por ello, puede ser necesario aplicar en el mes de mayo un mantillo o acolchado que permita reducir la evapotranspiración de las plantas.
Cuando las plantas están ubicadas en un área expuesta, es posible que los tallos puedan necesitar algunas estacas para sostenerse, especialmente cuando se trata de aquellas especies de mayor altura. En otoño, después de la floración, se pueden cortar los tallos a ras de suelo. No obstante, es bueno saber que hay especies que pueden mantenerse atractivas durante el invierno, como sucede con F. rubra, por lo que se puede retrasar el corte de los tallos al final de esa estación o principios de la primavera.
La propagación de la Filipendula se puede realizar por división de mata al inicio de la primavera en las zonas frías o del otoño en las zonas más cálidas. Son plantas que tienden a propagarse rápidamente, por lo que la división ayudará a controlarla. También se puede reproducir por semillas sembradas bajo vidrio en primavera, teniendo en cuenta que en este caso la planta tardará dos años en florecer.
Apenas tiene problemas con plagas o enfermedades, aunque en ocasiones las plantas pueden verse afectadas por mildiu y oídio.
En jardines de flores silvestres y naturalistas
Los llamativos penachos de flores crean un fantástico contraste con gramíneas ornamentales como Deschampsia cespitosa o Miscanthus sinensis, especialmente en plantaciones de estilo naturalista. Son también plantas ideales para jardines de vida silvestre y funcionan bien en humedales, en jardines arbolados, en macizos de flores o en la parte posterior de las borduras de herbáceas.
Especies y cultivares populares de Filipendula
► Filipendula camtschatica
El área de distribución nativa de Filipendula camtschatica es Corea y la península de Kamchatka (al este de Rusia) hasta el norte y el centro de Japón. Es una especie gigantesca que puede alcanzar 2,5 metros de altura y produce grandes penachos de flores color crema entre junio y julio. En el libro Planting the Natural Garden de Piet Oudolf y Henk Gerritsen se recomienda el uso de esta especie para un rincón salvaje del jardín.
► Filipendula rubra ‘Venusta’
Este cultivar de Filipendula rubra, especie nativa del Centro Noreste de Estados Unidos, es también de gran tamaño, ya que puede alcanzar 1,8 metros de altura. En julio y agosto produce llamativos racimos de flores de color rosa brillante que se vuelven de color marrón castaño. El peso de esos penachos de flores hace que las ramas caigan, aunque se recuperan una vez que las flores mueren. La planta sigue siendo atractiva durante todo el invierno.
► Filipendula ulmaria
El área de distribución nativa Filipendula ulmaria va de Europa al Lejano Oriente de Rusia meridional e Irán. Tiene hojas verdes dentadas y con venas profundas sobre tallos arqueados de color rojizo, y alcanza una altura de 90 centímetros. En verano produce ramilletes espumosos de flores de color blanco cremoso.
Conocida como reina de los prados, es una importante planta medicinal indígena y pertenece, junto con la verbena, el muérdago y el berro, a las 4 hierbas curativas de los druidas Celtas.
► Filipendula x purpurea
El área de distribución nativa de este híbrido es Japón, y se encuentra introducido en Gran Bretaña. Esta filipéndula es una de las más pequeñas, pudiendo alcanzar 80 centímetros de altura. Entre julio y agosto produce plumas aireadas de flores en tono rosado que parecen estar flotando en los tallos.
El cultivar ‘Elegans’ alcanza hasta 1,2 metros de altura cuando está en flor, y a mediados y finales del verano produce densas columnas de flores de color rosa violáceo oscuro que se sostienen en tallos nervudos sobre el follaje.