Las cabezas de sus flores son muy vistosas, incluso secas, y me encanta incluirlas en arreglos florales. Hay quien también da un buen uso culinario a sus flores, aunque yo, en la cocina, prefiero las hojas tubulares, bien troceadas, para añadir a ensaladas, tortillas, cremas y donde surja. Pero no hay que olvidar que el cebollino (Allium schoenoprasum) tiene, además, un buen uso como planta ornamental en el jardín, patio o terraza.
Cada vez son más apreciadas en paisajismo y jardinería las diferentes especies de Allium, el género de las cebollas, ajos, puerros y cebolletas. Entre todos ellos, el cebollino (Allium schoenoprasum) es tal vez más conocido por su uso en el huerto y en la cocina, que por su valor ornamental, lo que no quiere decir, ni mucho menos, que no lo tenga.
Desde hace años tengo siempre alguna planta de cebollino en el jardín, en maceta o en jardinera. Este año, debo reconocer que he tenido mucho éxito con la cosecha de hojas, de flores y de semillas. La planta la tengo desde hace dos años y pronto volveré a cortar toda la vegetación a ras del sustrato y dividiré la mata para evitar la superpoblación y obtener plantas rejuvenecidas. Por otro lado, ahora debo terminar de separar las semillas recogidas y guardarlas en pequeños sobres.
Desde mi punto de vista, el cebollino merece una oda, una ola y más de un aplauso. Lleva aportando interés, culinario y ornamental, desde comienzos de la primavera y no roba protagonismo a nada. Es humilde, y sin embargo tiene grandes cualidades.
Allium schoenoprasum (Cebollino)
La especie Allium schoenoprasum tiene la distribución más amplia de cualquier especie de Allium, y es la única que se encuentra, tanto en los continentes europeo y asiático, como en América del Norte, aunque existen algunas discrepancias acerca de si es realmente nativa o naturalizada allí. En la península Ibérica se distribuye, de forma irregular, por la mitad norte. Su hábitat se encuentra en prados y roquedos más o menos húmedos.
Es una planta perenne que crece en grupos densos de bulbillos. Cada bulbillo produce las populares hojas tubulares huecas de color verde azulado, que emergen a principios de la primavera y continúa haciéndolo durante el periodo de crecimiento, lo que en climas cálidos significa que puede estar verde prácticamente todo el año. En mi caso, suelen estar inactivas un mes o dos, como mucho, dependiendo de cómo se presente el invierno de frío. Cuando las hojas se han marchitado totalmente, entonces corto por lo sano, a ras de suelo. Desde mediados de la primavera aparecen sus flores de color entre rosa y azul pálido, similares a las del trébol (Trifolium sp) pero de mayor tamaño.
Los cebollinos son una de las hierbas más fáciles de cultivar, siempre que lo hagamos a pleno sol, en un suelo rico y bien drenado. La sombra ligera pueden tolerarla, pero en este caso la floración se reducirá bastante.
Al tener las raíces bastante superficiales, hay que tener cuidado a la hora de seleccionar otras plantas como compañeras y tenemos que controlar bien las hierbas adventicias. Por eso, creo que la mejor opción es un buen contenedor, siempre que esté situado en un lugar soleado.
Necesitan humedad, especialmente para florecer, pero también es cierto que, una vez establecidas, son tolerantes a la sequía.
Las hojas se pueden cosechar en cualquier momento a lo largo de su periodo de crecimiento. Se recomienda recortar la planta una vez que ha florecido, para que vuelva a rebrotar, salvo que queramos obtener semillas. Yo suelo cosechar algunas flores, pero la mayoría las dejo para disfrutarlas en la planta y después obtener semillas. Eso sí, la tengo a raya y cada día limpio todo el material vegetal seco. Cuando se enmaraña mucho o sus hojas empiezan a ser demasiado gruesas, entonces corto de forma selectiva para sanear la planta y dejar que vuelvan a brotar hojas tiernas.
Suelen recomendar la división de mata cada 2 o 3 años. Cada división debe incluir al menos 5 bulbillos. La siembra de semillas se puede iniciar en el interior, dos o tres semanas antes de que finalicen las heladas y plantar en el exterior cuando ya no existe riesgo de heladas.
Una cosa muy interesante del cebollino es que no tiene problemas importantes de plagas y no parece gustarles mucho a los ciervos ni a los conejos.
Las flores de cebollino atraen polinizadores
Por si todas las virtudes mencionadas no fueran suficientes, también hay que decir que las flores de Allium schoenoprasum (cebollino) son un verdadero manjar para polinizadores y son especialmente visitadas por las abejas, lo que convierte a esta planta en una buena opción para la selección de especies vegetales en jardines que favorecen la biodiversidad.
Usos ornamentales del cebollino en el jardín
El follaje, similar al de algunas gramíneas, puede proporcionar un interesante contraste junto a algunas especies de plantas vivaces. Cuando florece, el valor ornamental del cebollino se multiplica por dos. Se pueden utilizar en borduras mixtas y en camas. También es interesante su como plantas destacadas, tanto de forma aislada como en masas, todo depende del tamaño de la plantación. Son muy buenas compañeras de los tulipanes de floración tardía y se utilizan también mucho en jardines de roca. Además, es un acierto combinar pequeños grupos en contenedores con plantas ornamentales y otras hierbas culinarias, como la albahaca o el perejil.
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| Foto: ecolandscaping.org |
Su morfología es muy variable, lo que ha dado lugar a numerosas variedades, híbridos y cultivares, con formas más robustas y hábito de crecimiento erguido, o plantas con porte enano. También las flores se presentan variables, desde el color blanco y rosa pálido hasta tonos púrpura. Me gusta especialmente Allium schoenoprasum‘Forescate’, una selección de mayor altura y flores grandes en color rosa intenso, que la hacen ideal para flor de corte, si no decides comerte sus hojas y sus flores, ambas comestibles.
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