Una técnica utilizada en ingeniería que los paisajistas han adoptado, convirtiendo a los gaviones en un recurso muy versátil para el diseño de jardines, donde a su función práctica se ha unido el valor ornamental. Desde jardines aterrazados a patios. En muros de contención o para separar ambientes. En columnas, mesas, asientos o maceteros. Infinidad de usos y una misma técnica.
En su origen, el uso de los gaviones está relacionado con la creación de muros de contención; la conservación del suelo para evitar la erosión hídrica; el control de los ríos, evitando derrumbamiento en sus márgenes; así como la protección de valles y poblaciones, al controlar las crecientes y evitar con ello las inundaciones.
Qué es un gavión
Un gavión es una jaula o enrejado que confina un material de relleno. En ingeniería el rejado es metálico, suele tener forma prismática rectangular, y se rellena con piedras de cantera o cantos rodados.
Los gaviones fueron utilizados por los egipcios, que los fabricaban con caña. Los romanos utilizaban mimbre trenzado y rellenos de piedra para construir muros que les protegía de los desprendimientos de rocas. También es conocido el uso militar en la construcción de trincheras, en este caso, la malla se realizaba con mimbre y ramas, y se rellenaba con tierra.
Actualmente, los ingenieros utilizan gaviones para estabilizar costas, riberas, carreteras y pendientes contra la erosión.
Gaviones en el jardín
En proyectos de paisajismo cada vez es más frecuente el uso de estas estructuras, porque resulta más barato como sistema de contención y control en zonas donde se hace necesaria una protección frente a la erosión del agua. Pero además de cumplir esa función práctica, se cuida la estética, convirtiendo a los gaviones en un elemento sólido (hardscape) sumamente efectivo en el jardín.
Si nuestro propósito es crear un muro de contención en el jardín, lo adecuado es ponerse en manos de un paisajista que valore las cargas, las tensiones y todos los factores que considere necesario para su correcta construcción.
Las jaulas o estructuras suelen estar fabricadas en hierro galvanizado o acero inoxidable, aunque también se pueden lograr resultados muy atractivos si se utiliza el acero corten. La forma prismática rectangular en ocasiones se modifica y se convierte en laberintos, muros curvos, mesas, asientos, maceteros, etc.
Para el relleno se suele recomendar el uso de piedra local, lo que permitirá que armonice con su entorno. Pueden ser cantos rodados y piedras grandes o piedras angulares rotas. Si no tenemos la posibilidad de conseguir la piedra o no nos interesa, también se puede utilizar cemento roto, trozos de pavimento, ladrillos y tejas, lo que le daría una estética más industrial.
Si prevalece el interés ornamental, entonces la creatividad está servida, nos sirve todo, desde troncos de madera hasta hojas caídas de los árboles, siempre que el material quede perfectamente retenido en su jaula.
Los huecos que suelen quedar en el relleno se pueden convertir en hábitat para vida silvestre, lo que para algunos es un valor añadido y para otros puede suponer un aspecto a tener en cuenta.
Se puede construir desde cero en casa, lo que abarata los costes. También se puede comprar la estructura ya modelada y rellenar nosotros con el material que más no interese; o simplemente, comprar todo ya construido. Eso va en función del presupuesto y necesidades de cada uno y, al final, los resultados pueden ser lo más parecido a lo ofrecen estos ejemplos.
Fotos: pinterest
TE PUEDE INTERESAR