Los numerosos cultivares disponibles de Geum, plantas pequeñas en tamaño, pero con profusión de flores estivales de gran impacto, se han vuelto populares en los últimos años, convirtiéndose en una excelente elección para incorporar colores cálidos en el diseño de plantación.
Género Geum
Geum es un género de plantas herbáceas rizomatosas con follaje semi-perenne de la familia Rosaceae, que forman una roseta basal de hojas pinnadas lobuladas y producen flores estivales en forma de platillo en racimos sueltos. Florecen desde finales de la primavera hasta el verano, a veces hasta el otoño, y sus flores pueden aportar una paleta de colores cálidos, con brillantes tonalidades en naranja, amarillo y rojo pálido.
El género Geum lo integran 252 especies aceptadas y es originario de Europa, Asia-Tropical, África, América del Sur, América del Norte, Australasia y Asia-Templada. En la Península Ibérica están identificadas 7 especies, además de otros 7 híbridos naturales.
Cultivares para jardín
La mayoría de los geum alcanzan una altura de 50 cm, por lo que suelen utilizarse para la parte frontal o central de una frontera herbácea o mixta. Es una planta muy fácil de cultivar en la mayoría de las condiciones del jardín, puesto que son increíblemente tolerantes.
Los geum y sus flores estivales que vemos en los jardines son cultivares con fines ornamentales obtenidos a partir de diversas especies del género, entre las que se encuentran dos de las especies ibéricas: Geum montanum (muy utilizado en la medicina popular europea), que se distribuye por los Pirineos y la Cordillera Cantábrica y G. rivale (Hierba de San Benito), que se distribuyen también por los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, además de los sistemas Ibérico y Central; Sierra Nevada y Sierra de Cazorla.
Precisamente, el gran número de excelentes variedades -antiguas y nuevas- disponibles para el jardín han hecho que el género Geum se haya vuelto muy popular en lo últimos años. Bueno, eso, y su tolerancia y versatilidad.
3 grupos principales
Todas las especies de Geum crecen en las regiones templadas del mundo y muchas de ellas son plantas alpinas. Aunque la mayoría de las especies crecen en suelos húmedos y fértiles en praderas o bosques, algunas, sin embargo, se originan en áreas abiertas con suelos más pobres.
Esta es la razón por la que existen pequeñas diferencias entre las necesidades y condiciones de los diferentes cultivares de jardín. Por tal motivo, se suelen dividir aproximadamente en tres grupos principales.
► Cultivares tipo rivale
Derivados de Geum rivale. Prefieren un suelo que retenga la humedad y una posición en sombra o sombra parcial. Pueden reconocerse por sus flores, que asienten con la cabeza y tienen una característica distintiva: el cáliz, generalmente de color rojo oscuro, contrasta con los pétalos.
► Cultivares tipo coccineum
Derivados de Geum coccineum. Son alpinos, por lo que crecen bien, incluso prosperan, después de los inviernos fríos. Tienen flores simples orientadas hacia arriba en tonos naranja y rojo.
► Cultivares tipo chiloense
Derivados de Geum magellanicum (sin. G. chiloense). Llevan el nombre de su isla de origen, Chiloé, frente a la costa de Chile. Se distinguen por su largo período de floración y producen tallos altos y fuertes con grandes flores, principalmente dobles. Se pueden plantar al sol o semi-sombra.
Cultivo y cuidado
Esos tres grupos principales nos dan la pista de lo importante que resulta tener en cuenta el tipo de Geum que queremos cultivar, ya que eso nos ayudará a descubrir el lugar y condiciones de cultivo que mejor se adaptan a esa variedad y, con ello, tendremos más probabilidades de que crezcan con éxito en nuestro jardín.
No obstante, en líneas generales, todos prosperan en suelos ácidos o alcalinos y aprecian la materia orgánica incorporada al suelo antes de plantar. No soportan los suelos muy secos, por lo que conviene cultivarlos en suelo húmedo pero bien drenado, porque tampoco se adaptan bien a suelos encharcados en invierno. En este sentido, conviene tener en cuenta que los geums del grupo rivale prefieren un suelo que retiene la humedad, mientras que otros geums prefieren las condiciones bien drenadas.
En cuanto a la situación, prosperan a pleno sol o sombra ligera. Los tipos de Geum rivale se desempeñan mejor en un lugar sombreado, mientras que los tipos de Geum chiloense pueden soportar más luz solar, pero su follaje semi-perenne se quema fácilmente en climas cálidos.
En ocasiones es necesario darle algo de apoyo a los tallos y conviene cortar las plantas al nivel del suelo después de la floración, con ello obtendremos un crecimiento mucho más fresco y, si el clima es favorable, una segunda floración en otoño.
También es conveniente dividir los grupos cada pocos años, en otoño o primavera, especialmente cuando comienzan a verse desnudos en el centro. Además de la división de mata, podemos propagarla por rizomas. Los estolones (brote lateral que nace en la base del tallo) son fáciles de desenterrar y se pueden replantar en el jardín, del mismo modo que mostré en su día al hablar del cultivo de las dalias.
La multiplicación por semillas también es posible y la siembra debe realizarse en primavera. Flores sencillas, dobles o semidobles, de color amarillo naranja o rojo, con tallos altos o no tan altos. Seguro que siempre habrá alguna variedad de Geum que pueda llegar a dar buen juego en el jardín si nos gustan las plantas vivaces de floración estival.
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