No es un término científico, sino coloquial, pero hablar de fósil viviente nos ayuda a identificar aquellas especies vivas aisladas supervivientes de grupos más amplios que florecieron hace millones de años y conocidos principalmente por sus fósiles, como es el caso del árbol ginkgo (Ginkgo biloba).
Llevaban días rondándome las hojas del ginkgo y su fruto. Lo vimos en la entrada sobre los senderos de otoño en el Real Jardín Botánico de Madrid (si no la has visto, te aconsejo echarle un vistazo) y también recordaba hace unos días en Twitter una entrada sobre los jardines botánicos y todo lo que tienen que ofrecernos, como los tres ejemplares de Ginkgo biloba del Jardín Botánico de Valencia. Allí nos vamos a trasladar por un momento, para que nos cuenten lo que nos interesa saber sobre este fósil viviente y uno de los pocos árboles que sobrevivió a las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
Ginkgo biloba
Es un árbol de hoja caduca y porte elegante que puede alcanzar los 40 m de altura, con una corteza bastante suberosa y fisurada de color gris claro. Al tratarse de una especie dioica podremos encontrar ejemplares masculinos, con una copa más piramidal, y femeninos, con el porte más horizontal.
El ginkgo tiene ramas de dos tipos, unas más largas con hojas dispersas y otras más cortas con racimos de hojas. Estas hojas son su seña de identidad por su característica forma en abanico plano, aún a pesar de ser una especie gimnosperma. Además están divididas en dos lóbulos unidos por un largo peciolo. Son simples, alternas y de color verde, aunque en otoño antes de caer, adquieren una bonita coloración dorada.
Las flores masculinas son poco atractivas y se disponen en pequeños racimos colgantes de color amarillo. Mientras que las femeninas son óvulos desnudos, parecidos a pequeñas bellotas, sobre un largo pedúnculo, que más tarde se convertirán en el fruto; una especie de drupa globosa, lisa y carnosa de color amarillo que se vuelve marrón al madurar y que cuando se marchita desprende un desagradable olor similar al de la mantequilla rancia.
• Hábitat
La distribución natural del ginkgo parece estar restringida en la actualidad a una remota región montañosa situada en el este de China, donde este auténtico fósil viviente ha conseguido sobrevivir desde la era de los dinosaurios.
• Florificación y fructificación
Florece a principios de primavera y fructifica en otoño.
• Conservación
El Ginkgo biloba es la especie viva más antigua de la Tierra, ya que forma parte de la cubierta vegetal terrestre desde hace más de 200 millones de años. Se creía extinta en estado natural hasta que el explorador americano F. Meyer encontró los reductos de Guizhou y Zheijiang en el este de China. Pero también se ha conservado desde tiempos inmemoriales en las cercanías de templos y palacios de China, Japón y Corea, donde han sido cultivados desde los 1000 a.C por su belleza y su carácter de árbol sagrado. Desde Japón se introdujo ya a partir del año 1700 en Europa y EEUU, donde se han conservado hasta la actualidad en calles y jardines.
Ginkgo biloba es un árbol muy longevo que puede superar los 200 años de edad e incluso se dice que podría ser milenario. En el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia tenemos tres ejemplares de entre los que destacan dos, un macho y una hembra, que posiblemente sean los más antiguos de España, con alrededor de 180 años cada uno.
Es también una especie muy resistente, tanto a plagas y enfermedades como a la sequía y la contaminación urbana, siendo también uno de los pocos árboles que sobrevivió a las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
• Curiosidades
El nombre de Ginkgo viene del chino Ginkyo que significa albaricoque de plata, por el tamaño y la apariencia de la semilla, como un pequeño albaricoque maduro con una especie de pelusilla plateada. Mientras que el de la especie G. biloba, hace referencia a la forma bilobulada de sus hojas. En cuanto al nombre común del Árbol de los 40 escudos es debido al precio que pagó un aficionado de París a un horticultor inglés por la compra de 5 gingos al precio de 40 escudos cada uno.
Una especie muy utilizada en jardinería ornamental por la belleza de su porte y sus hojas, limitando el uso de las hembras para evitar el mal olor de sus frutos. Se utiliza en grupos o como ejemplares aislados en calles, parques y jardines en zonas templadas de todo el mundo, principalmente de Europa y de Asia, aunque no es fácil encontrar ejemplares de gran envergadura por su lento crecimiento.
Pero, sobre todo, este árbol es conocido por su carácter sagrado o mágico atribuido a sus múltiples propiedades curativas que han sido objeto de diferentes investigaciones.
Sus frutos, además de ser comestibles, son utilizados en la medicina popular como astringentes. Las flores también son comestibles y se utilizan tiernas en la ensalada o escabechadas en vinagre. Y de sus hojas se obtiene un extracto con flavonoides, que favorecen la circulación sanguínea y reducen el riesgo de formación de trombosis.
También son efectivos en neutralizar los radicales libres implicados en el proceso de envejecimiento y se están realizando diferentes estudios para su utilización como coadyuvante en el tratamiento del Alzheimer, la demencia senil y el Parkinson. En definitiva la longevidad y resistencia del ginkgo parece estar de acuerdo con la virtud de este árbol por ayudarnos a afrontar los trastornos de la vejez.
• Cultivo en el Jardín
Crecerá bien en suelos profundos, sueltos, ricos en humus, frescos y bien drenados, pero con capacidad de retención de agua. Prefiere la umbría, aunque tolera bien el sol y la media sombra. Resiste bien las heladas, las plagas y la contaminación pero no tanto las sequías y la proximidad al mar. Se multiplica fácilmente por semilla, en otoño, o por esqueje. No hace falta podarlo, ya que cicatriza muy mal, sólo lo justo para darle forma.
Nombre común: ginkgo, árbol de los cuatro escudos.
Nombre científico: Ginkgo biloba L.
Familia: Ginkgoaceae
Género: Ginkgo
Información: Jardín BotánicoValencia
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