Centenario de Forestry Comission
Con esas palabras, Sir Harry Sudholme, presidente de la Comisión Forestal que gestiona los bosques de Inglaterra (Forestry Comission England), presenta el diseño del jardín que crearán para el RHS Chelsea Flower Show en mayo de 2019, dentro del programa cultural organizado por la Comisión Forestal, que celebra 100 años de silvicultura. En esos actos conmemorativos quieren mirar hacia el futuro, abordando los grandes desafíos en torno al cambio climático, la salud de los árboles y la capacidad de recuperación.
Para la creación de ese jardín, la Comisión Forestal se unió a la diseñadora de jardines Sarah Eberle. El jardín de exhibición, titulado The Resilience Garden (El Jardín de la Resiliencia), pretende ser un jardín para celebrar los bosques del futuro. Estáinspirado en el trabajo del escritor y jardinero visionario William Robinson(1838-1935), quien introdujo la noción del «jardín de vida silvestre» y creó los jardines en su casa de Gravetye Manor, considerado uno de los jardines con mayor influencia histórica en el Reino Unido.
Precisamente Gravetye Manor copatrocina ese jardín de exhibición en Chelsea 2019. Me ha parecido interesante acercarnos un poco a William Robinson y los jardines de Garvetye Manor, de este modo podremos encajar mejor el concepto en el que se basa el diseño que Sarah Eberle convertirá en jardín el próximo mes de mayo en Chelsea.
William Robinson
Al igual que Gertrude Jekyll, Robinson desdeñó el estilo victoriano predominante, promoviendo una estética menos cuidada. Él creía que los jardineros deberían tomar sus referencias de la topografía, el suelo, la orientación y el clima de su tierra. Descubrió que las plantas que se dejan morir en el jardín podrían agregar elementos artísticos, al tiempo que reducían el mantenimiento del jardín. Algo común hoy en día, pero revolucionario en su momento.
Del mismo modo que lo hacían Jekyll y Monet, admiró el jardín de estilo cottage, que elogia en uno de sus libros, The Wild Garden, publicado en 1870. Irlandés de nacimiento, viajó ampliamente por las islas británicas, Francia, Europa, África del Norte, Madeira y América. Las plantas que descubrió en sus viajes aparecen en ese libro, donde no solo las describía, sino que también recomendaba cómo usarlas para diseñar un jardín.
Fundó The Garden, una conocida revista que publicó durante cincuenta años, donde predicaba sus doctrinas para cambiar la forma pensar acerca de los jardines, es decir, su concepto de jardín salvaje, un paisaje que celebra la naturaleza en lugar de controlarla.
Algunos de sus libros más influyentes, que incluyen el citado The Wild Garden y The English Flower Garden; así como las revistas de jardinería que dirigió, como The Garden y Garden Illustrated, permitieron que sus inicios humildes se transformaran en una vida muy acomodada.
En 1884, cuando tenía cuarenta y seis años, tomó la decisión de comprar su propia casa y hacer allí su jardín. Fue precisamente en la zona de humedales de Sussex Occidental que tanto admiraba Robinson donde encontró una casa solariega del siglo pasado, ubicada en West Hoathly y a solo cuarenta y ocho kilómetros de su oficina de Londres. Gravetye Manor se convirtió en el hogar donde Robinson practicó la jardinería durante más de cincuenta años.
A las 145 hectáreas iniciales, fue incorporando terreno del paisaje circundante. Con el tiempo, terminó por poseer más de 405 hectáreas y utilizó la finca para poner en práctica sus ideas.Gran parte del terreno se empleó para la silvicultura experimental, y los resultados de su trabajo continúan siendo manejados hoy por la organización estatal William Robinson Trust.
Sin embargo, fue en el corazón de la finca, las 14 hectáreas que rodean la mansión, donde Robinson creo su jardín experimental. Allí puso en práctica sus ideas sobre la jardinería y el diseño de jardines.
El jardín había caído en un estado de declive cuando el señor y la señora Hosking compraron la mansión en 2010. Esto dio lugar a un importante proyecto de renovación, que continúa hasta hoy. En la actualidad, los jardines de Gravetye Manor cuentan con un equipo de ocho jardineros a tiempo completo y los propietarios intentan administrar este jardín histórico de forma progresiva, con la esperanza de que el resultado pudiera ser del agrado de William Robinson.
Los Jardines de Gravetye Manor
En la parte posterior de la mansión se encuentra la terraza del jardín de flores, un jardín que en vida de Robinson estaba cambiando constantemente mientras jugaba con sus ideas sobre la frontera o bordura mixta.
En la cima de la colina, el huerto comenzó con la construcción de los muros de piedra arenisca local de Sussex en 1898, y tardó en construirse tres años. En esos jardines amurallados se cultivaba en su día alimentos para toda la comunidad. Hoy en día, sirven para cultivar productos frescos que utilizan en la cocina del restaurante.
Robinson mantuvo muchas hectáreas como prado. Hoy en día, siguiendo las indicaciones que detallaba Robinson en su libro The Wild Garden, las praderas albergan una gran variedad de plantas, en su mayoría nativas, para alentar a las aves, los insectos beneficiosos y la vida silvestre.