Por fin llegó la primavera astronómica al hemisferio norte, una nueva estación que durará 92 días, es decir, hasta que comience el verano el 21 de junio. En ese tiempo tendremos numerosas oportunidades de disfrutar de los jardines, patios y terrazas. Ya se perciben en el campo los brotes nuevos, la flores, las mariposas, los pájaros y la luz. La mayoría estamos algo más felices. Queremos abrir las puertas y ventanas a la primavera para recibirla con todos los honores. Las plantas también lo hacen a su manera.
Algunos de los bulbos que plantamos en otoño ya están floreciendo desde hace un mes. Poco a poco lo van haciendo otros, como tulipanes y fritillarias y, más tarde, siempre más rezagados, los alliums estarán también en flor. Hay vivaces que ya despiertan y anuales que llegan con fuerza. Árboles que exhiben coloridas flores y arbustos que brillan y florean también.
Claro que, la feliz llegada de la primavera no significa que en el jardín todo esté ya preparado, de eso nada. Cuando comienza la nueva estación, además de disfrutar de las plantas -las nuevas y las que empiezan a rebrotar o reverdecer- tenemos que jardinear… y mucho, por cierto.
Jardinear en primavera
Nos guste o no, lo primero que tenemos que hacer es recoger los restos del invierno y limpiar, porque hay que preparar de nuevo el terreno. Seguramente hemos guardado o comprado semillas que tenemos que sembrar ahora. También es posible que haya alguna que otra planta nueva; más de una mata por dividir o aquellas plantas que trasladamos desde el interior. Todas ellas están esperando a ser plantadas en macetas o en el suelo.
Es interesante recordar que la mayoría de las plantas leñosas de hoja caduca se pueden plantar y trasplantar durante la temporada de primavera. Otro aspecto importante a tener en cuenta son aquellas recomendaciones que hablan de elegir áreas de siembra según la exposición al sol, la sombra y el viento. Una vez que tenemos todo planificado, colocamos las plantas asegurándose de que estén bien espaciadas en función del tamaño y el hábito de crecimiento de la especie. No tenemos que olvidar que los árboles y arbustos de floración tardía pueden necesitar una poda. Para podar los árboles de hoja perenne, setos y otros arbustos es preferible esperar hasta principios del verano.
Disfrutar de la fiesta de la primavera
También es la época de abonar y… bueno, ya está, no era mi intención interrumpir la fiesta de inauguración de la primavera. Claro que no. Hay que jardinear con ligereza, pero sin agobios, porque si nos estresamos nosotros, las plantas lo perciben y eso no nos conviene. A las plantas, cuantos menos problemas les demos, mejor se portarán, que bastante tienen ellas que lidiar a diario con los efectos del cambio climático y alguna que otra plaga que de vez en cuando les toca combatir. Y de plantar bulbos de floración estival ni hablamos. Hoy solo quería que este domingo disfrutáramos pensando en la explosión de color que suele regalarnos la primavera. Lo que está por venir ya tendrá su momento. ¡Feliz primavera a todos! y, también, ¡Feliz otoño a todos los lectores del hemisferio sur!
- 10 plantas bulbosas que favorecen la biodiversidad en el jardín al final del invierno y en primavera
- Anemone coronaria (anémona de florista), una mediterránea en el jardín (y en el jarrón)
- Eléboros: algunas especies, híbridos y variedades que colorean el invierno
- Leucojum, imposible resistirse al encanto de las campanillas de primavera