Como un pequeño jardín secreto. Son solo 1,2 hectáreas de extensión donde se concentran alrededor de 6.000 plantasde más de 4.000 especies diferentes. Y todo, en pleno centro de Àmsterdam.
El Hortus Botanicus Amsterdam es uno de los jardines botánicos más antiguos del mundo. Este año cumple 375 años. Fundado en 1638 por el Ayuntamiento de Ámsterdam, el núcleo de su colección lo formaban plantas medicinales, hoy incluidas dentro del Jardín de Hierbas. En 1682 fue trasladado a su actual ubicación en el área de Àmsterdam conocida como Plantage, convirtiéndose en un auténtico oasis en medio de la ciudad. Pertenece a la Dutch National Plant Collection, organización en la que colaboran otros 18 jardines botánicos holandeses. Aparte de diversas actividades educativas, participa activamente en el intercambio internacional de semillas.
Son cuatro siglos llenos de historia y, por supuesto, de diversidad botánica. Las plantas procedentes de zonas desérticas, tropicales y subtropicales están ubicadas en invernaderos. En la zona de jardín al aire libre, los caminos curvos serpentean alrededor de cuarenta áreas temáticas.
Todo un privilegio poder pasear por la ciudad de Ámsterdam entre estanques con exóticos nenúfares, plantas carnívoras y plantas medicinales. Ejemplares de palmeras, arboles o arbustos casi únicos e importantes colecciones de fuchsias, orquídeas y, por supuesto, tulipanes. La colección de Victoria amazonica, que florece a intervalos regulares en este botánico desde 1859, se ha completado con la obtención de nuevos cultivares incorporados a partir de 2002.
Los semicírculos creados en 1863 se convierten cada verano en un auténtico mar de flores, donde las plantas están clasificadasen función de la similitud del material genético (Angiosperm Phylogeny Group –APG- system). Como contraste, en invierno el color lo dan las líneas rectas de bojque existían anteriormente y que constituyen una clara reminiscencia de la arquitectura formal de los jardines anteriores a la época romántica.
Cientos de mariposas tropicales revolotean dentro del pequeño Invernadero de Mariposas. Los empleados del jardín recogen a diario los huevos y larvas jóvenes, situándolas en otro invernadero hasta que las pupas están a punto de emerger, siendo entonces trasladadas de nuevo a su invernadero.
El jardín exterior cuenta con cuatro colmenas, cada una con su propia abeja reina, y alrededor de 20.000 a 40.000 abejas por colonia, que revolotean alrededor de toda la colección botánica. En la página web del jardín se explica que cada una de las abejas realiza cerca de 40 vuelos diarios, con un promedio de 100 visitas a las flores por vuelo y cada vuelo dura alrededor de 20 a 30 minutos.
Si se quiere hacer un alto en el camino, en el centro está el Museum Café (la Oranjerie) en el que, rodeado de plantas exóticas, se puede tomar un café y degustar deliciosas ensaladas, sándwiches o pasteles, todo ello elaborado con ingredientes orgánicos. Las paredes están cubiertas con tapices creados por la artista Claudy Jongstra con seda, lana y tintes procedentes de las flores de su jardín.
Y la guinda, o mejor dicho, el recuerdo de esa visita puede venir en forma de productos como chocolate, café, té o miel que se puede adquirir en el Garden Store, donde los ingredientes básicos de los artículos proceden, como es lógico, del propio jardín.