Es una convolvulácea que enreda e invade todo lo que pilla por el camino, por lo que no hay que perderla de vista si está junto a otras plantas. Ésta que os muestro es de los vecinos y pasa al otro lado enlazándose entre el bambú. Es como la guerra de los invasores en el jardín.
Asoma de manera descarada, flores salpicadas que parecen inocentes pero tras de ella está su tronco voluble enredando peligrosamente. La vigilo, la enderezo, la regaño si es preciso, pero reconozco que me encanta ver su luz. Es absolutamente mágica. Es la ipomoea purpurea, como una campanita de luz.